domingo, noviembre 15

La Alameda, hermoso paseo en Mendoza ciudad

Cuando llegue a Mendoza, me propuse conocer la ciudad donde iba a vivir (Godoy Cruz) y todo lo que aqui llaman el Gran Mendoza.
Comenze por preguntar que lugares eran los mas interesantes, asi como importantes para el patrimonio mendocino. Obtuve direcciones y telefonos de museos, del cementerio, bibliotecas y paseos de gran interes.
Asi fue como llegue a la Alameda, primero acompañada de mi suegra, y luego en compañia de mi cuñada y sus hijas, oportunidad que aproveche para saber mas de este paseo y comparar la tradicion oral con la escrita.


Comparto esta nota, que me parecio buena compartirla con todos ustedes



El verdadero origen de la Alameda

Tardó más de dos años la concreción del paseo público. Se usó como mano de obra a los presos de la ciudad. El creador de la Alameda no fue San Martín, como se cree, sino Juan Francisco Cobo.

Exactamente en el 2008 se cumplieron el 200 de uno de los paseos más populares de Mendoza. Nos estamos refiriendo a la Alameda. Durante muchos años se pensó que esta arboleda había sido obra del General José de San Martín. Lo cierto es que este paseo fue una iniciativa del español Juan Francisco Cobo quien, a través del Cabildo de la ciudad, propuso la plantación de estos álamos.



Pero no sólo este casi desconocido personaje trajo estos árboles sino que fue un ferviente patriota.

Un pionero

Juan Francisco Cobo y Azcona nació en la región de Cantabria y fue bautizado en el pueblo de Secadura el 27 de octubre de 1755.

Siendo muy joven, Juan soñaba con la aventura de viajar a América y así lo hizo. Se embarcó. Eligió al entonces reino de Chile para radicarse. El viaje desde España fue bastante largo, ya que tuvieron que cruzar todo el Atlántico y pasar por el sur, hasta el Cabo de Hornos y desde allí subir por el Pacífico hasta el puerto de Valparaíso.

Luego de vivir unos años en Chile se instaló en Mendoza. Durante la guerra de la independencia fue partidario del movimiento emancipador al que contribuyó con su peculio e influencia, colaboró en la formación del Ejército de los Andes con el Libertador San Martín, mereciendo ser declarado ciudadano benemérito y exento de pago de impuestos.

Fue además agricultor y comerciante, dueño de una finca en Guaymallén. Falleció en esta ciudad el 9 de junio de 1835.



Los antecedentes de la Alameda mendocina se remontan a 1806. En ese tiempo y por iniciativa de varios vecinos se envió al Cabildo de Mendoza la propuesta de la construcción de un Paseo público.

Los alcaldes mendocinos hicieron llegar al funcionario de la Real Audiencia, Victorino Rodríguez, varios oficios sobre dicha intención.

En las notas no existía ningún proyecto sobre la obra y el presupuesto, pero sí de dónde se sacaría el dinero para su construcción. Por supuesto, sería de los vecinos.

El 13 de octubre de ese mismo año, el funcionario de la Real Audiencia contestó a los alcaldes que se había armado un expediente para formar el paseo público. Los alcaldes mendocinos propusieron la convocatoria de los vecinos para sufragar los gastos de esta iniciativa. D

os años tuvieron que pasar para que el virrey Santiago de Liniers leyera el expediente y le contestara afirmativamente.

Se reúne el Cabildo


El 8 de mayo de 1808 llegó a nuestra provincia la contestación del virrey Liniers en la que aprobaba la construcción de la obra. Sugería que los vecinos no tenían la obligación de sufragar los costos; propuso la contribución voluntaria.

La mano de obra sería aportada por los presos, para abaratar el proyecto. Al saber que el virrey dio el visto bueno para el comienzo de la obra, los alcaldes se reunieron en la Sala Capitular del Cabildo, el 13 de agosto de 1808.

La reunión tuvo como objetivo principal el tratamiento del paseo público y el mejoramiento de las veredas por parte de los vecinos (que si no cumplían con estas exigencias) se los castigaría con una multa.

Se decidió también, en esa reunión, la autorización al Procurador de la Ciudad para que los presos fueran limpiando y emparejando el terreno en el lugar que se había elegido: el de los tajamares.

También, los alcaldes solicitaron al señor Antonio Moyano que cediera los terrenos para dar ensanche a dicho paseo. Para subsidiarlo se propuso un impuesto municipal de peso y medidas, lo que llamaban “ramo de romana”.

Un mito sanmartiniano

Muchos creen que el General San Martín fue quien plantó y construyó el paseo. Pero cabe destacar que al ocupar el cargo de gobernador intendente de Cuyo el Libertador, el paseo ya existía. Él decidió embellecerlo y prolongar varias cuadras adjuntándoles bancos y ornamentaciones.

Recordemos que años antes, la calle de la Cañada era el centro de paseo de la sociedad mendocina -hoy calle Ituzaingó, entre Beltrán y Alberdi- .

Con estos arreglos, el Padre de la Patria fue uno de los promotores en trasladar a la sociedad mendocina al Paseo de “la Alameda”.

Años después, el general chileno O'Higgins construyó una Alameda similar en la ciudad de Santiago de Chile. Carlos Campana - las2campanas@yahoo.com.ar
Fuente. Diario UNO

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