martes, diciembre 15

Madrid y la conservación de archivos municipales

Madrid. la comunidad lleva invertidos 2,2 millones en la conservación de archivos municipales
13/12/2009 - 11:59


La Comunidad de Madrid, que colabora con los municipios en la conservación y modernización de sus archivos, lleva invertidos, desde 2003, cerca de 2,2 millones de euros en 72 municipios para garantizar la custodia, conservación, tratamiento y difusión del patrimonio documental madrileño.

Según datos de la Administración regional a los que tuvo acceso Servimedia, en los últimos seis años se han realizado actuaciones de creación, adecuación o rehabilitación de las infraestructuras de los archivos municipales en 64 municipios con una inversión de 981.388 euros.

Los ayuntamientos beneficiados por las ayudas quedan obligados al mantenimiento de las instalaciones y a una correcta custodia y servicio de los documentos.

Según marcan las normas regionales, “la Comunidad de Madrid colaborará en la adecuación de las instalaciones de archivo en los municipios de más de 10.000 habitantes siempre que exista en ellos personal archivero o ayudante con carácter permanente, y en los municipios de menos de 10.000 habitantes siempre que la secretaría atienda a las fases de archivo de oficina, central e intermedio”.

De este modo, habrá personal archivero en aquellos municipios donde exista la necesidad y donde se tenga la posibilidad de asumir el gasto, que no supone más del 2% del presupuesto municipal.

Así, se ha conseguido que de los 47 municipios con más de 10.000 habitantes que hay en la región, 32 tengan ya personal archivero en su plantilla.

Respecto a los municipios de menos de 10.000 habitantes, seis localidades de la Comunidad cuentan ya con personal técnico archivero en su plantilla. No obstante, el Plan regional prevé otras vías para que estas pequeñas poblaciones puedan mejorar la organización de sus archivos.

Una de ellas es el depósito en el Archivo Regional. Su propósito es ofrecer ayuda a aquellos municipios de menos de 10.000 habitantes que no dispongan de personal técnico archivero ni de instalaciones adecuadas para la conservación y difusión del patrimonio documental.

Esta línea de actuación contempla el depósito de sus documentos históricos en el Archivo Regional, su inventario, microfilmación y digitalización de los documentos y la adquisición de un equipo lector-reproductor de microfilm y de armarios para guardar los rollos de microfilm y los DVDs.

En total, el Archivo Regional custodia 31 archivos históricos de municipios de menos de 10.000 habitantes. De ellos, once han recibido esta ayuda desde 2003, con una inversión de 895.132 euros.

Además, la Comunidad tiene previsto conceder subvenciones para aquellos municipios que se agrupen con el objetivo de compartir un puesto de técnico archivero que se ocupe de los documentos de esas localidades en todas sus fases.

El Gobierno regional también ayuda a la microfilmación y digitalización de los archivos históricos de municipios que dispongan de personal técnico archivero, lo que implica que el ayuntamiento beneficiario de la subvención debe disponer de instalaciones adecuadas e instrumentos de control de los documentos que se van a reproducir.

Durante el período 2003-2009 se han microfilmado y digitalizado los fondos de 8 municipios (Aranjuez, Chinchón, Galapagar, Hoyo de Manzanares, Arganda del Rey, Alcalá de Henares, El Escorial y Pozuelo de Alarcón) con una inversión de 165.948 euros.

Restaurar documentos en mal estado de conservación que corran peligro de pérdida o deterioro es otra línea de actuación. Se inició en 2005 y, hasta el momento, se han restaurado los documentos de 18 municipios, para lo que se han destinado 139.202 euros.

Fuente http://ecodiario.eleconomista.es/espana

La casa de los Sarratea y Santiago Liniers

Una casa y una familia con historia

La casa colonial fue construida a fines del siglo XVIII por Don Manuel de Sarratea, suegro de Santiago de Liniers, quien se casó con Martina de Sarratea y Altolaguirre. Se destaca en los anales históricos porque ahí se firmó el rendimiento de la primera Invasión Inglesa. En 1869, su bisnieto, Don Ángel de Estrada, creó la empresa que se convertiría en el ícono Editorial Estrada, primero como una “Fundición de tipos para imprenta”, sobre la calle Belgrano al 200.

En 1878, la empresa se trasladó al viejo solar familiar de la calle Bolívar, donde iniciaron sus actividades de importación de papeles de imprenta, artículos de papelería y de escritorio (incluyendo las conocidas marcas Rivadavia, El Arte, Belgrano, América, La Pampa y El Nene), y la publicación de materiales didácticos “con el fin de servir las necesidades específicas de la enseñanza y de la cultura de nuestro país”, según la “Historia” de la institución (ver fuentes, debajo).
Tomás Estrada, descendiente del héroe de las Invasiones Inglesas


Ángel de Estrada era uno de los titanes de la industria y economía del fin del siglo XIX, y participó en las instituciones sociales y bancarias que se fueron creando en el país en esa época clave; formó parte del directorio fundador del Banco de la Nación Argentina, fue miembro fundador de la Sociedad Rural Argentina y parte del primer Consejo General de Educación que presidió Sarmiento y participó en reglamentar la primera Ley de Educación Común de 1875. Fue condecorado por el Gobierno nacional y el Vaticano, antes de fallecer en 1918, heredado por sus dos hijos que mantuvieron la tradición de letras y negocio detrás de la famosa marca Estrada.

Escribió Manuel Mujica Láinez en la revista Hogar: “Pocas habitaciones hay en Buenos Aires tan densas de histórico señorío y de acogedora intimidad como ésta que rodea la biblioteca de los Estrada. Sus dueños actuales me han contado que su padre la trasladó intacta de la casona solariega de la calle Bolívar, que alberga hoy la editorial fundada por don Ángel, y que vio nacer y formarse a un grupo de hombres de trascendente gravitación en el florecer de nuestro pensamiento”.

Tomás Estrada, bisnieto del fundador, cuenta que a lo largo de los años la casona colonial fue utilizada como oficinas administrativas, imprenta y depósito, hasta que el directorio de la empresa decidió arreglarla en 1984 porque estaba “destruida adentro”. Invirtieron más de cien mil dólares para recuperar y restaurar el inmueble con el asesoramiento y la ayuda del arquitecto José María Peña y su equipo.

Dice Estrada que demolieron todo lo que estaba fuera de época, remplazaron pisos, puertas, ventanas y techos. Aclara que gran parte de la casa actual no es original, pero el trabajo de recuperación respetó el estilo y los materiales de la arquitectura original. A partir de ese momento la casa se utilizaba para funciones privadas y actividades culturales, incluyendo muestras y visitas escolares, muchas veces en colaboración con el Instituto Histórico.

Según Estrada, tienen intención de participar en el Bicentenario con actividades culturales, aún si la compra no se termina de negociar, pero afirma que “es una lucha impresionante hacer esto. La casa tiene que ser patrimonio de la Ciudad, forma parte de la poca historia que nos queda pero parece que a la gente no le interesa conservarla”.

Hoy la casa y su patio interno —ambos en gran parte vacíos— respiran el aire de un pasado dormido, quedado en las tinieblas del olvido y la invisibilidad. Como tantos otros espacios del Casco Histórico, aquí pisaron y vivieron figuras que son hitos en la formación del país y de la cultura e identidad argentina. Vale la pena plantearse la pregunta: Si es tan difícil valorar la historia, ¿cómo se puede conocer el presente o hablar de construir el futuro?
La capitulación de Beresford a Liniers

La capitulación de Beresford a Liniers

Momento clave en la creación de una identidad argentina

Santiago Liniers de Bremond era un capitán de fragata de origen francés que se transformó en héroe de la defensa y reconquista de Buenos Aires, en gran parte porque supo aprovechar el creciente sentimiento de identidad autónoma en la diversa población de Buenos Aires. La victoria de las milicias improvisadas, integradas por criollos, negros y españoles, además de la activa participación de los habitantes, fue un paso importante en la construcción de una identidad nacional propia.

Según la publicación Cronista Mayor de Buenos Aires, “Las Invasiones Inglesas marcan un punto de partida en cuanto a la transformación de la sociedad colonial y es aquí cuando comenzará a plantearse la posibilidad de ruptura con la metrópoli (…). La reconquista y defensa fue responsabilidad y mérito de los habitantes de la ciudad y no de la corona española. Los criollos, como parte fundamental de las fuerzas que defienden la ciudad, se reconocen a sí mismos como grupo y a partir de los hechos toman conciencia de su potencial fuerza autónoma y de un profundo sentimiento de libertad”.

—Catherine Mariko Black

Fuentes: “Historia de una institución que es orgullo de nuestra industria editorial”, Revista Veritas, Buenos Aires, 30/5/1963

Invasiones Inglesas al Río de la Plata, Dirección General Instituto Histórico, GCBA, 2008

Cronista Mayor de Buenos Aires, Núm. 58, Julio 2007

Quien era Manuel Sarratea?

Nació en Buenos Aires el 11 de Agosto de 1774. Fueron sus padres don Martín y doña Tomasa de Altolaguirre. Estudió en España, en el Colegio Vergara de Madrid, ciudad en la que permaneció varios años. Vuelto a Buenos Aires, el movimiento revolucionario de 1810 lo llevó a ocupar diversos cargos de responsabilidad, especialmente en la esfera diplomática. Cumplió su primer misión ante la Corte portuguesa de Río de Janeiro. En 1811 Integró el primer Triunvirato junto con Paso y Chiclana y, en 1812, en carácter de presidente de este cuerpo, fue designado General en jefe del ejército patriota que operaba contra los realistas de la Banda Oriental. Tuvo a su cargo el segundo sitio de Montevideo, que abandonó “cuando las circunstancias lo exigieron”, sin tener en cuenta la situación de intereses de los orientales, acaudillados por Artigas.
En 1814 marchó a Londres en misión diplomática y en España mantuvo conversaciones encaminadas a establecer una monarquía constitucional en el Río de la Plata. En 1817, el Director Pueyrredón lo nombró secretario de Gobierno y Relaciones Exteriores. El 16 de Febrero de 1820, después de la batalla de Cepeda que dio por tierra con el gobierno nacional encarnado en el Directorio, fue designado Gobernador y Capitán General de la provincia de Buenos Aires, con carácter provisional. En representación de su provincia firmó el Tratado del Pilar con los caudillos federales Estanislao López, de Santa Fe y Francisco Ramírez, de Entre Ríos. Tal actitud condescendiente, e incluso de cierta dependencia, frente a los caudillos, terminó por crear en Buenos Aires un ambiente tan hostil, que se vio obligado a renunciar y marchar a Entre Ríos, donde se radicó. En 1826, el Presidente Rivadavia lo envió a Inglaterra en misión diplomática. En 1839 se desempeñó como enviado extraordinario ante la Corte brasileña de Río y luego ante el gobierno de Francia, donde falleció -en Limoges- el 21 de Septiembre de 1849.


Un Dato a tener en cuenta

La familia Sarratea llega a la zona del Rio Lujan provenientes de la Plata y  ahi instalan. quien mas vivió alli fue otro  Manuel Sarratea  hijo del anterior Manuel? quien se caso con Josefina Marín.
Y dejaron tres hijos Rómulo casado con Carolina Santinelli, Raúl, y Roberto, estos últimos solteros.
Con los años poseyeron campos propios, dedicándose principalmente a explotar tambos, y mas tarde invernadas, sus propiedades aun hoy siguen en poder de sus descendientes.Con la construcción del ferrocarril en la década del setenta del siglo diecinueve , llegan a esta zona provenientes de la pcia de Santa fe, las familias Belelli , y Mezzelani.
Don Felipe Mezzelani es de los típicos inmigrantes que trabajo en las tierras de Coletta , el contrajo matrimonio con Teresa Belelli , y de este matrimonio nacen los siguientes hijos Julio casado con Graciana Sarratea , ( hermana de Manuel mencionado anteriormente) , Tomas casado con Josefa Lascano , Aída casada con Manuel Morales , Maria Casada con Tomas Muracca , Adelina casada con Víctor Maro , Rodolfo casado con Sofía Esparza , y José Luís con Delia Serafina Dallera.

Otra de las tradicionales familias es la de un decendiente de Octavio Gigena , llamado Teofilo Gigena , y Tomasa Lavallen, cuyos hijos fueron Nepomuceno , Nacianceno , Ermecendo , y Hermenegildo , esta familia también data de finales del siglo IXX, y vivian a casi cinco kilómetros de panamericana por ruta 4,el campo en que vivian era herencia de Doña Tomasa , cuyo padre era Santiago Lavallen.

Fuente http://www.encampana.com/
José Eduardo Bolzán

lunes, diciembre 14

Una historia de amor con un final con sabor de vino

El español que se quedó por amor


Griselda y Marcela Baquero son el resultado de un historia de amor que comenzó hace casi 130 años.

Rito Baquero y Cárceles (Toledo, España – Mendoza, 1930) era comendador del Rey Alfonso XIII de España. Como tal, en 1881 pasó por Mendoza de camino a Chile. Aquí fue invitado a una fiesta en la cual conoció y se enamoró de Naciansena Suárez Zapata. Se casó con ella y se quedó en la provincia.

De ese matrimonio nacieron Cristóbal, quien no tuvo descendencia, y José, quién se casó con una prima hermana: Blanca Rosa Suárez, y tuvieron dos hijos: Luis Rito y José Carlos. Mientras que el primero no tuvo hijos, el segundo, que era ingeniero agrónomo, se casó con una farmacéutica llamada Griselda Romano, de quienes nacieron Griselda y Marcela. “Somos las únicas chancletas de la línea sucesoria de Rito”, comenta Marcela. En tanto, Grisi destaca que en cada generación ha habido alguien que no tuvo hijos, “como yo”.

Poderoso y benefacto

Rito Baquero era descendiente de una antigua familia viñatera de Castilla la Nueva, quien al llegar a Mendoza compró tierras en Coquimbito (Maipú) y cultivó viñedos, y construyó un chalet y una bodega para hacer sus propios vinos. Esa finca, hoy de 60 ha, llegó a tener 120 ha y fue la más importante de las que poseyó el “hispanomendocino”.
Entonces, hizo venir a sus hermanos Ciriaco y Emeterio para trabajar en la elaboración, cuya primera producción se vendió en 1886. En 1887, los tres fundaron el Establecimiento Vitivinícola Baquero Hnos., que pasó a ser conocido como “El Baquero”. Además, contaba con viñedos en otras zonas de Maipú y Panquehua (Las Heras), que alcanzaron las 100ha con uvas Malbec, Criolla y Cabernet
Si bien a lo largo de su historia la bodega tuvo dos marcas para vino embotellado, su fuerte fue el traslado, que se hacía con carros y tropas propias. Desde 1998 produce la marca Baquero 1886 (entre 10.000 y 15.000 botellas anuales), y es una de las pocas bodegas locales aún en manos de descendientes: las dos bisnietas de Rito, quienes además mantienen otras marcas: Rito Baquero, Baquero Hermanos y Agapantus
Rito fue un hombre de gran sensibilidad y solidaridad. Los españoles que decidían emigrar a Mendoza, venían con una recomendación de ubicarlo: muchos se iniciaron a partir de préstamos en efectivo que el bodeguero les concedio
Y como otros tantos bodegueros españoles, bregó por la creación en Mendoza de instituciones para los llegados de su país, como el Club Español; fue miembro de la Sociedad Española de Socorros Mutuos, la cual llegó a presidir, y formó parte de la comisión pro Hospital Español, inaugurado el 20 de octubre de 1939.


Los descendientes hoy

Griselda y Marcela Baquero dicen que son ricas pero no millonarias


Las bisnietas del bodeguero Rito Baquero heredaron valiosas tierras y propiedades, aunque de un rédito muy bajo. Su interés es mantener ese patrimonio familiar. Viven del alquiler de casas.

06-12-2009- Diario Uno
“Nosotras somos ricas en propiedades, pero no tenemos dinero”. Las dueñas de tan paradójicas palabras son las hermanas y socias en los negocios familiares Griselda y Marcela Baquero.
Con eso, la únicas bisnietas de don Rito Baquero, un inmigrante español que hacia principios de 1900 estaba entre los bodegueros más poderosos de Mendoza, explican que poseen tierras, propiedades, marcas de vino y hasta ganado, pero no tienen grandes sumas de efectivo o, al menos, “el necesario para vivir bien”.
Y, en efecto, aunque podrían desprenderse de todas esos bienes, con lo que indudablemente harían una gran fortuna, eligen no desapegarse de esa herencia que les demanda mucha plata mantener e, incluso, les ha permitido impulsar sus propios emprendimientos empresariales.
Griselda y Marcela son dueñas de la finca de Coquimbito que perteneció a Rito (hoy de 60 hectáreas, pero antes de 120), donde hay una fastuoso chalet construido a finales del siglo XIX y un viñedo de Malbec. También poseen otros terrenos y casas que pertenecieron al bisabuelo en otros sitios de Mendoza –como tierras y ganado en General Alvear– y las marcas de vino que elabora la Bodega Baquero 1886, aunque en forma tercerizada, porque el edificio original se cayó con un terremoto (ver aparte).
Además, en un viejo depósito ubicado en la finca maipucina construyeron una original posada para turistas: El Rancho, que se promociona a nivel internacional; y Marcela, con una socia, se dedican a producir y vender cremas a base de uva y aceite de oliva.
Así, en esta cuarta generación Baquero arraigada en Mendoza parecen convivir tres espíritus: el de las orgullosas herederas y continuadoras de los negocios iniciados por sus ancestros hacia 1885, el de las albaceas de buena parte del patrimonio material e inmaterial de la estirpe Baquero y el de dos mujeres con caracteres marcadamente diferentes, pero igualmente emprendedoras, lo que las convierte en una mezcla de administradoras y empresarias, aunque ellas prefieren autodefinirse como “hacedoras”, y con el mismo empeño transmitido de generación en generación desde el bisabuelo Rito.
–¿Se consideran empresarias?

Griselda: –Empresarias es una palabra muy grande.
Marcela: –Somos unas continuadoras, unas hacedoras. Porque todos los días hacemos cosas y siempre estamos haciendo.
–Noto que se empeñan en mantener la memoria de sus ancestros, en particular la de don Rito...
G: –Es que también fue un hacedor. Y sobre todo, una persona que se dedicó mucho a la comunidad más que a lo personal. Creo que ese mensaje ha sido retransmitido y nuestro fin no es el dinero. Nosotras somo ricas en propiedades, pero no tenemos dinero.
–¿Y por qué mantener todo este patrimonio que podría llenarles la cuenta del banco?

G: –Porque yo ya viví en el exterior y ahora quiero vivir aquí, en esta casa (se refiere al chalet de Coquimbito).
M: –Creo que también somos ricas de espíritu, porque todos los días nos levantamos con optimismo y con ganas de hacer cosas. Y ese espíritu, por ejemplo, se lo entregamos a los turistas que se alojan en El Rancho.
–Ustedes dicen que no son ricas, pero entonces, ¿cómo hacen para mantener todas sus posesiones?

G: –Tenemos dos casas alquiladas y también cosecha de aceitunas, aunque este año cayó piedra.
M: –Nos alcanza para vivir bien y disfrutar con los amigos, y sobre todo con los valores con los que fuimos educadas.
–¿Cuáles fueron esos valores?

G: –Educación –por eso las dos estudiamos–, el trabajo, siempre hacer cosas, la honestidad...
–En otro orden, ¿el negocio del vino es machista?

M: Ya no. Hay muchas mujeres que están dirigiendo bodegas.
G: Como no tuvimos hermanos varones, nos educaron para el trabajo y los negocios: mi padre nos llevaba a la bodega, la finca, la oficina. Nos criaron para defender nuestras cosas.


–¿Qué van hacer con la bodega?

G: Un estudio cinematográfico (risas). Si están las piletas, que pueden servir para eso. En serio, estamos pensando en hacer un establecimiento más moderno. El antiguo sale mucha plata arreglarlo.


–¿Qué esperan de la quinta generación de Baquero (los hijos de Marcela)?

G: –No pasarles un mandato. Nosotras lo recibimos un poco con esto de mantener las cosas que habían hecho los antepasados.


M: –Mi hijo mayor ya se está proyectando hacia afuera, pero noto que a los tres les interesa seguir manteniendo todo esto.


Fuente http://www.diariouno.com.ar/

domingo, diciembre 13

Defensa abre con reservas los archivos de la justicia militar


Los consejos de guerra franquistas podrán ser consultados

MIGUEL GONZÁLEZ - Madrid - 28/11/2009
El acceso de los descendientes de fusilados o represaliados y de investigadores e historiadores a los millones de rollos y legajos donde se conservan actas, resoluciones y sentencias de los consejos de guerra y los juicios sumarísimos celebrados en España durante la Guerra Civil y el franquismo será más fácil a partir de hoy. El Consejo de Ministros aprobó ayer el Reglamento de Archivos Judiciales Militares, que por vez primera regula el acceso público a dichos fondos, aunque con severas restricciones. En concreto, su artículo 9 reconoce el derecho a poder consultar dichos documentos a "quienes hubiesen sido parte en los procedimientos judiciales militares o sean titulares de un interés legítimo". Aunque el decreto no aclara qué se entiende por tal, Defensa interpreta que es legítimo el interés de los herederos de los protagonistas de aquellos hechos y de los investigadores acreditados.


Se excluyen del acceso público los documentos secretos desde 1968


Pero ni siquiera ellos tendrán acceso sin restricciones. "El acceso por el propio afectado a sus datos de carácter personal sólo podrá ser denegado en los supuestos en que así lo prevea una ley", señala el reglamento. A los demás, se les podrán negar todos aquellos documentos que "tengan carácter reservado o estén clasificados conforme a la ley de Secretos Oficiales de 1968". La alusión expresa a dicha ley supone, según las fuentes consultadas, la desclasificación de hecho de los documentos anteriores a su entrada en vigor.
En todo caso, no podrán consultarse documentos que "puedan afectar a la seguridad de las personas, a su honor, a la intimidad de su vida privada y familiar y a su propia imagen", salvo que se tenga el consentimiento expreso de los afectados o "haya transcurrido un plazo de 25 años desde su muerte, si su fecha es conocida, o, en otro caso, 50 años a partir de la actuación que ponga fin al procedimiento", de acuerdo con lo dispuesto en la Ley del Patrimonio Histórico Español de 1985.
Con ser muchas las limitaciones, se trata de un avance, pues se regula por vez primera la posibilidad de recurrir si, transcurridos dos días, el funcionario no ha permitido consultar el documento solicitado. Hasta ahora existía un vacío legal, ya que tanto la normativa sobre archivos judiciales como la que afecta a los archivos militares excluían expresamente a los tribunales castrenses, lo que dejaba un amplio margen para la arbitrariedad.
Además, se trata de cumplir la llamada Ley de la Memoria Histórica, que establece el derecho de acceso a los fondos públicos y privados relacionados con la Guerra Civil y la dictadura.
Pero, para que la documentación pueda ser accesible, primero debe ser conservada y catalogada. Por eso, el reglamento crea tres tipos de archivos: los de gestión (donde se guardan los asuntos que están en trámite en la jurisdicción militar); los archivos de los tribunales territoriales y central (a los que se remitirán todos los procedimientos que se den por concluidos y no tengan ningún trámite pendiente) y los archivos históricos militares (donde se guardarán, después de que una comisión técnica evalúe, en función de su interés, si deben ser conservados o destruidos) todos los procedimientos que lleven 25 años archivados en los tribunales.
Este sistema supondrá la concentración de fondos ahora dispersos por toda España, lo que puede provocar nuevos contenciosos como el que generó el traslado a Madrid de los legajos de los consejos de guerra del Tribunal Militar Territorial Primero, que se almacenaban en Valencia en condiciones de agudo deterioro.
El reglamento pretende zanjar cualquier polémica al dejar claro que la titularidad de dichos archivos pertenece al Ministerio de Defensa, pero intenta rehuir el conflicto al señalar que el traslado de todos los procedimientos anteriores a 1980 (cuando entró en vigor la actual planta judicial militar) se hará "progresivamente, de acuerdo con las disponibilidades presupuestarias".
Defensa asegura que su propósito es no sólo evitar roces con las comunidades autónomas, sino llegar a acuerdos como los ya firmados con Andalucía, Cataluña y Aragón para digitalizar los fondos y dejar una copia en su actual emplazamiento.

Fuente http://www-org.elpais.com/articulo/cultura/Defensa