lunes, junio 14

Buscan preservar los historias de los hijos de los pioneros hispanos en el suroeste de EEUU


Denver, 8 jun,2010 (EFE).-
La próxima desaparición de la generación de latinos nacidos en los primeros años del siglo pasado, últimos testigos de la vida de los pioneros hispanos en el suroeste del país, ha llevado a intensificar los esfuerzos para preservar las historia oral de sus vivencias.
"Debemos documentar la historia oral de nuestros ancianos, tanto de lo que ellos recibieron y escucharon de sus padres y abuelos como de sus propias vidas, ya que muchos de ellos realizaron grandes sacrificios durante la Segunda Guerra Mundial, aunque pocas veces se conozcan", dijo a Efe Virginia Sánchez, de la Sociedad de Genealogía Hispana de Colorado.
Sin embargo, la tarea de documentar la historia oral de los ancianos hispanos no resulta sencilla, debido a la distancia generacional, cultural y tecnológica entre los ancianos y quienes buscan grabar y transcribir esas historias.
"Para que un anciano cuente historias de sus padres o de sus abuelos, o de su propia vida, debe sentirse cómodo y también debe sentir una conexión con el entrevistador", aseguró la investigadora.
Sánchez, una historiadora independiente, afirmó que existe un renovado interés en esta tarea por parte de adultos cuyos padres son mayores de 80 o de 90 años y que por eso mismo sienten la urgencia de documentar esas vidas.

En muchos casos, antes de hablar con los anciano hispanos nacidos y criados en Nuevo México o en el sur de Colorado- donde el español y la cultura hispana sigue siendo prevalente-, se debe consultar con otros miembros de la familia para averiguar en qué ciudades vivió esa persona y qué experiencias destacables tuvo en su vida.
Al hacer esas preguntas a una prima, Sánchez se enteró recientemente que su padre, tras servir en la Armada estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial, regresó a su Nuevo México natal sin dinero y sólo por casualidad se encontró con un familiar que le brindó ayuda.
También se enteró que su madre había trabajado en una fábrica de armamento durante la guerra. "Ni uno ni otro jamás habían compartido conmigo esas experiencias", comentó.
Al ahondar en esas historias, los ancianos comenzaron a compartir relatos que habían oído de sus padres, como la situación de convivencia entre hispanos y nativos a mediados del siglo XIX en el condado Huérfano, en el sur Colorado.
Mientras que los historiadores afirman que las familias hispanas de ese condado tenían "cautivos" a los indígenas, las historias transmitidas de generación en generación hablan de "criados" y cuentan cómo los hombres hispanos defendían a punta de pistola a sus criados indígenas durante el avance de los primeros colonos blancos, cuando todo el territorio pasó a Estados Unidos tras la Guerra México-Americana de 1848.
Para Sánchez resulta de gran interés compilar historias e información sobre bodas, velorios, rezos, juegos, chistes y canciones, ya que esos elementos culturales, al cambiar poco a pesar del paso del tiempo, preservan tanto el vocabulario como las costumbres de siglos anteriores.
Por ejemplo, el rezo que comienza con "Bendito San Jorge" se decía cuando una persona se encontraba frente a una serpiente venenosa y pedía ser librado de esa situación. Y las historias sobre el juego de canutos (o cañetes) permiten reconstruir las actividades lúdicas de los niños hispanos de hace un siglo y medio.
En 1930, con ocasión del censo del ese año, comenzó en varios estados un proyecto de compilación de historias orales. Pero, según Sánchez, los hispanos fueron mayormente excluidos de esa iniciativa y sólo en 1979 se inició en Colorado un proyecto de documentación de historias orales de hispanos.
La Sociedad de Genealogía Hispana de Colorado y grupos similares en éste y en otros estados están gestionando subsidios para enseñar a jóvenes de escuelas secundarias cómo participar en estudios genealógicos.
"Es un nuevo desafío porque las familias ya no viven juntas ni permanecen mucho tiempo en un mismo lugar. Pero sería una excelente manera de mantener nuestra herencia y de publicar historias sobre nuestras familias hispanas", concluyó.

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