martes, julio 19

Qué fue de las mujeres de la familia de los Mendoza

No es una tarea fácil descubrir cómo fue la vida de las mujeres que vivieron el comienzo de la Edad Moderna en España. Aunque, a priori, pueda parecer que las mujeres de la clase noble dejaron más huella de su vida, lo cierto es que investigar de qué modo influyeron en la vida de la sociedad de la época es todo un reto. Este es el objetivo que se ha propuesto el grupo de investigación "Damas Mendoza" de la UNED en Guadalajara. Dirigido por la doctora en Historia, Esther Alegre, y compuesto sólo por mujeres, este grupo quiere descubrir qué fue de Brianda de Mendoza, María de Mendoza y el resto de mujeres de una de las familias más poderosas de la España del siglo XV.


Alegre es profesora del departamento de Historia del Arte de la UNED y profesora-tutora en el Centro Asociado de Guadalajara, además, logró el título de Doctora con la Tesis Doctoral sobre su Pastrana natal: "Las Villas Ducales como tipología urbana. El ejemplo de la Villa Ducal de Pastrana" (Premio Extraordinario de Doctorado, 1999). Esto fue la semilla del grupo que, ahora, pretende conocer qué fue de las mujeres de la familia de los Mendoza, desde mediados del siglo XV hasta finales del siglo XVI.

Como profesora, dio clase a todas las mujeres que ahora forman parte del grupo de investigación "Damas Mendoza", todas ellas tenían interés en la Historia, en el papel que las mujeres desempeñan en ella y, sobre todo, en la familia Mendoza. Alegre es de Pastrana, donde la figura de la Princesa de Éboli, Ana de Mendoza y de la Cerda, es muy destacada. Ella es la más popular y conocida de las las mujeres Mendoza. Sin embargo, la Historia no la trató bien, haciendo que su vida sea más una leyenda que una realidad.

Las últimas investigaciones han demostrado que fue una mujer adelantada a su época, injustamente tratada y juzgada por el rey, Felipe II. Sin embargo, la poderosa familia Mendoza tenía muchas más mujeres en sus distintas líneas familiares y, además, mucho más desconocidas. Por eso, estas investigadoras se han propuesto que las féminas Mendoza dejen de ser unas desconocidas, figuras olvidadas por la Historia, pero con gran influencia en su época.

Belén Rubio, Montse Rodríguez, Amparo Ayuso, Rosa Ríos, Carmen Alegre, Amparo Sánchez, Gloria Viejo, Ángeles Cruz, Laura Gálvez, Mª Ángeles Baños, Alicia Yela, Ana Vives y Esther Alegre conforman este grupo de investigación que ha comenzado a bucear en el árbol genealógico de la familia Mendoza, durante el Renacimiento.

"Es muy difícil encontrar información sobre mujeres" reconoce Esther, mientras el resto de investigadoras asiente con la cabeza, "Encuentras mujeres que hicieron muchas cosas durante estos siglos, pero el punto de vista siempre se dirige hacia la actuación de los hombres" explica. Es por eso, que encontrar información sobre las féminas es tan complicado. No obstante, existen fuentes a las que pueden acudir para comenzar a hilvanar sus historias vitales.

La rama de la familia de los Duques del Infantado fue la más poderosa y se asentó en el Palacio del Infantado en Guadalajara.

La rama de la familia de los Duques del Infantado fue la más poderosa y se asentó en el Palacio del Infantado en Guadalajara.
De Álava a Guadalajara

Para rescatar del olvido a las damas humanistas de la famila Mendoza, que tanto peso tuvieron en la trasmisión del conocimiento y el arte en el reino de Castilla, han comenzado a investigar las distintas ramas familiare. La familia Mendoza tiene sus orígenes en Álava, aunque cuando entraron a servir al rey Alfonso XI (1312-1350), comenzaron a extenderse por otros lugares de la península Ibérica, alcanzando su máximo poder cuando se asentaron en Guadalajara.

El primer Mendoza que llega a Guadalajara, Gonzalo Yáñez de Mendoza, lo hace a través de un matrimonio, ya que, se casó con una hermana de Íñigo López de Orozco, alavés también, que era alcalde entregador de la Mesta y regidor de la ciudad de Guadalajara, además de uno de los hombres más ricos de la zona. Esta es la política de los Mendoza: ascender por servicios a la Corona y obtener importantes rentas gracias a matrimonios con mujeres de familias acaudaladas.

Hay distintas ramas familiares que hay que investigar: la Casa del Infantado (la más poderosa y la que se ocupaba de los asuntos familiares), los Condes de Tendilla, los Condes de Monteagudo, los Condes de Melito, los Condes de Coruña... Para las investigadoras, es fundamental contar con un árbol genealógico completo de todas las mujeres que, durante un siglo, formaron parte de los Mendoza, por eso, han comenzado con una importante recopilación bibliográfica.

Como no hay información específica de cada mujer, hay que aproximarse a ellas a través de la vida de sus padres, hermanos, maridos e hijos, buscar la contextualización histórica de cada casa nobiliaria. Sus investigaciones comenzaron en octubre del año pasado y, desde entonces, se han estado ocupando de ir desentrañando las ramas familiares. La sorpresa ha sido que han encontrado a muchas mujeres de la familia Mendoza. "Empiezas a descubrir a Mencías y Marías de Mendoza en todas las ramas de la familia, los nombres se repiten y son tantas" comenta Alicia, que apostilla que "incluso, hay hermanas que se llaman igual y resulta más difícil distinguirlas y seguir su biografía".

Por ejemplo, en la rama de los Condes de Tendilla, hubo tres hermanas que se llamaban María de Mendoza. "Eso es una complicación añadida, sobre todo, porque la mayoría de las veces no hay fechas de nacimiento ni de muerte" explican las investigadoras. Así, se aproximan a las féminas a través de los contratos de matrimonio y los testamentos. La familia Mendoza tuvo una complicada y activa política matrimonial, lo que ayuda a la investigación. Por otra parte, se sabe que estas mujeres existieron gracias a los testamentos, donde se las consideraba herederas de las fortunas de sus padres, maridos o hermanos.

Construyendo un árbol genealógico

Las fuentes a las que están acudiendo son variadas: bibliotecas (la mayoría de éstas tienen archivos informatizados y en catálogos digitales), el Portal de Archivos Españoles (programa PARES), la Biblioteca Nacional, el CSIC, el Centro de Investigación Cervantes, el Archivo Histórico Nacional. Además, de los archivos de protocolos de la provincia de Guadalajara, el Archivo Provincial de Guadalajara…

Retrato de la Princesa de Éboli, con una gola que no era típica de la época.

Retrato de la Princesa de Éboli, con una gola que no era típica de la época.
“Estamos iniciando la fase de genealogía, pero primero hay que hacer una buena bibliografía a la que tenemos que acudir para descubrir todo” exponen estas investigadoras. Reconocen que es un trabajo “lento y laborioso”, sobre todo, porque “muchos autores no se ponen de acuerdo, además, los documentos antiguos la mayoría de las veces son un batiburrillo de cosas y, por otra parte, se heredan los errores” argumentan.

Y es que, si bien los documentos antiguos son buenos, cuando tienen un error, se reproduce en los documentos modernos que se basan en ellos, así, los datos erróneos se trasmiten de autor a autor. “Mientras no encuentres una fuente fiel, tienes que seguir indagando” manifiestan las miembros del grupo “Damas Mendoza”.

Por otra parte, si alguien había pensado que sería fácil distinguir a las diferentes mujeres a través de los retratos que poseían todas las grandes familias nobiliarias, el Grupo de Investigación aclara que, en estos siglos, los retratos pocas veces se hacían con el modelo (la modelo en este caso) delante, sino que se elaboraban a partir de otros retratos y no son muy fiables. Ejemplifican con las pinturas de la Princesa de Éboli, en los que aparece con una gola (adorno de tejido fruncido entorno al cuello) que no es típica ni del siglo XV ni del XVI.

Olvidadas por la Historia

Por otra parte, los cuadros al igual que los documentos, son frágiles y difíciles de conservar, es más fácil encontrar un enterramiento o estudiar un edificio, que por su consistencia perduran en el tiempo. Numerosos documentos han sido destruidos en las sucesivas guerras y no quedan muchas crónicas que sean fiables, ni siquiera con datos biográficos básicos, como fecha de nacimiento y fallecimiento.

Así las cosas, lo que sorprende es que quede tan poca memoria de mujeres que pertenecieron a familias ricas y poderosas. “Eran mujeres ricas y poderosas, la mayoría contaban con dote propia e influyeron mucho en la vida de la Corte, en la trasmisión del conocimiento e incluso, fueron importantes mecenas de arte, sin embargo, queda tan poca memoria de ellas” lamenta Esther Alegre.

El escudo de los Mendoza en el Palacio de Cogolludo.

El escudo de los Mendoza en el Palacio de Cogolludo.
Aunque, hay una interesante fuente de información que también están investigando y es la correspondencia. En las cartas, queda mucha información acerca de las mujeres, de cómo vivían, qué hacían, con quién se casaban, etc. Aunque, también, hubo muchas de ellas que no se casaron, que se dedicaron a la vida monástica o que permanecieron solteras e independientes.

No obstante, Alegre matiza que, tras el Concilio de Trento, las mujeres perdieron muchas de sus libertades, ya que, cambió las posibilidades de vida de las mujeres, sin permitirlas que pudieran seguir siendo independientes en el caso de que contaran con una fortuna propia. Es decir, que pasaron de tener cierta independencia a contar con sólo dos posibilidades: matrimonio o convento.

“Muchas eran obligadas a casarse porque son depositarias del linaje de la estirpe familiar, además, son conscientes de que los matrimonios son necesarios para el juego político de la época” explican en el grupo “Damas Mendoza”.

Así y todo, Ángeles remarca que fueron grandes damas humanistas. “Al principio, teníamos la intuición de que podía ser así y, conforme vas investigando, descubres que es verdad. Es muy apasionante” afirma, algo que confirman todas las demás mujeres del grupo, “una cosa te lleva a otra, de informas de todo: desde los hijos que tenían a la moda de la época” cuentan.

Investigación desde diversos aspectos

En el sitio web propio que tienen, cuentan con un foro para comunicarse entre ellas y una base de datos.

En el sitio web propio que tienen, cuentan con un foro para comunicarse entre ellas y una base de datos.
Todos los datos que van obteniendo, explica Laura, los están incluyendo en una base de datos propia, donde están incluyendo la bibliografía, y que es consultada por todas las investigadoras. Han creado, con la ayuda altruista de la empresa www.espaciowww.com, su propio sitio web: www.grupoinvestigacionmendoza.es, que les sirve de punto de encuentro para comentar sus avances y continuar con la investigación.

“Aunque todas somos historiadoras, tenemos conocimientos propios como archivística, paleografía, informática, etc., estamos haciendo tesis en distintos proyectos... Por eso, necesitábamos un lugar que nos permitiera comunicarnos”. Éste lugar es el foro de su sitio web, al que se conectan y donde hablan. “Si no fuera por internet, sería muy difícil” aseguran sonriendo, porque reconocen que no es fácil compaginar: trabajo, investigación y familia.

Y mientras descubren más información sobre todas las mujeres Mendoza del Renacimiento, siguen con sus trabajos personales. Por ejemplo, Montse está concluyendo un interesante trabajo sobre Brianda de Mendoza, mujer muy famosa, que heredó el palacio de su tío y lo convirtió en convento y beaterío.

Para todas sus investigaciones, están contando con el apoyo del Centro Asociaciado de la UNED de Guadalajara, que les está dando soporte, algo que agradecen todas ellas. Es el único grupo de investigación que, de momento, hay en el Centro Asociado y, curiosamente, son todo mujeres. "No es circunstancial", explica Alegre, "el motivo de que todas seamos mujeres es porque creo que se necesita ser mujer para tener sintonía con la vida de estas mujeres, hay más empatía y entendemos mejor sus historias" argumenta.

Los enterramientos se conservan mejor que los documentos, en la imagen la tumba de Brianda de Mendoza.

Los enterramientos se conservan mejor que los documentos, en la imagen la tumba de Brianda de Mendoza.
Dándose a conocer

Y mientras la investigación sigue su curso, han ido realizando actividades abiertas al público para ir difundiendo lo que van descubriendo y otras investigaciones paralelas. Por ejemplo, realizaron el seminario “El arcón de las Damas”, título general de una serie de seminarios que quieren llevar a cabo. El primero, fue en primavera de 2011 y se fijó en las damas Medoza “verlas y conocerlas”, donde se pudieron escuchar conferencias sobre el tema y también, hubo exposiciones.

Además, han realizado una actividad lúdica en Pastrana, lugar muy ligado a la familia Mendoza. Esta semana, Esther Alegre dirige un curso de la UNED relacionado también con este asunto: “Construcciones visuales de identidad, conciencia y autoconciencia de la alta nobleza en la Edad Moderna”, donde definen y analizan cómo la nobleza construye y elabora su propio “ser noble” y cómo se presenta ante el resto de los estamentos (monarca y sus propios súbditos). Frente a los estudios que habitualmente tienden a analizar genéricamente a la nobleza como estamento, a lo largo de las sesiones se pretende mostrar la identidad individual y buscar la diferencia entre los nobles, sus mujeres e incluso entre linajes, explica Alegre.

Su próxima cita es en octubre, cuando inaugurarán una exposición de fotografías y textos explicativos sobre la familia Mendoza y sus mujeres.

http://www.guadaque.com
Por LAURA RINCON

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