sábado, agosto 20

Quilpué creará archivo histórico de fotografías

La Municipalidad de Quilpué inició una campaña para fortalecer el archivo de fotografías históricas de la Ciudad del Sol. Para eso, y en el marco del “Día Nacional de la Fotografía”, están pidiendo a las familias de la comuna que aporten con material.

Esta iniciativa busca promover la identidad de la ciudad, rescatando su historia a través de las imágenes que muestran el desarrollo que han tenido los distintos barrios.

El alcalde de Quilpué, Mauricio Viñambres, indicó que todo el material recopilado será condensado en un DVD interactivo de libre distribución a la comunidad. Para este efecto, el día sábado 20 de agosto, en el Salón de Honor del Municipio, se recibirá las fotografías para su digitalización, las que serán devueltas de inmediato a sus dueños.

Adicionalmente a la digitalización, a cada imagen se le asignará una ficha, donde se consignará detalles como el año en que fue tomada, a quien pertenece, descripción de lo que la imagen muestra y otros datos, para facilitar la búsqueda dentro del archivo interactivo.

Archivo histórico

El Municipio cuenta con un archivo de fotografías antiguas que datan desde mediados del siglo XIX hasta 1925, de manera que ahora se quiere incorporar también imágenes del XX hasta la década de 1980.

De tal manera, en esta campaña se recibirá imágenes en temáticas tan diversas como pueden ser retratos, paisajes, casas, industrias, eventos públicos o familiares, los que formarán parte de este documento histórico comunal

Investigan si los nietos y bisnietos de Belgrano están sepultados en Rosario


Dos rosarinos investigan si cuatro personas de apellido Belgrano que están sepultadas en dos tumbas del Cementerio El Salvador son parientes del creador de la bandera. Silvio Vaccarezza y Sebastián Alonso están tras la pista que encontraron en varios ensayos anteriores. Para ellos y por las fechas, podría tratarse de sus nietos y bisnietos.
Según Vaccarezza, hay un dato clave que permite suponer la relación. “Pedro Pablo Rosas y Belgrano, hijo del héroe y de Josefa Ezcurra, vivió en Rosario en la calle Rioja, entre Buenos Aires y Juan Manuel de Rosas, del lado de los números pares, en una casa que nunca se pudo identificar”, sostiene.

Las tumbas en cuestión llevan el nombre de Manuel y Luis Belgrano, sepultados en los años 1889 y 1917 respectivamente y de Teófila y Angel Belgrano, fallecidos en 1911 y 1914. Están ubicadas a la derecha e izquierda de la entrada del cementerio y tienen la misma ornamentación.
Esta coincidencia abona la presunción de Vaccarezza, que retoma para su investigación los trabajos realizados en su momento por los historiadores Luis Ernesto Aguirre Sotomayor (reconocido docente rosarino) y Carlos Dante Giannone (presidente del Instituto Belgraniano).
Ahora, rastrea el tema a instancia de un centro de genealogía de Rosario, al que le entregará el material investigado para que vea la luz en una revista ad hoc.
Según Vaccarezza, el hijo no reconocido por Belgrano, Pedro Pablo, adoptado por Juan Manuel de Rosas a través de Encarnación Ezcurra, tía de Josefa, su madre, vivió un tiempo en Rosario. “Así lo indican muchas investigaciones”, aseguró y dijo que si esto fue así no sería ilógico pensar que las tumbas pertenecen a los descendientes de Pedro Pablo, que peleó junto a Rosas, vivió en una estancia en Azul (Buenos Aires), pasó un tiempo en Rosario y tuvo 16 hijos. Belgrano tuvo otra hija reconocida, Mónica Manuela, cuyos descendientes ocupan las últimas ramas del árbol que reconstruyó el rosarino.
Hacia atrás. Vaccarezza tiene 84 años y ayer presentó el libro virtual “Los 500 años de los Belgrano. Nobleza, revolución y burguesía”, en el que recrea el pasado familiar del creador de la bandera desde los primeros indicios del apellido, en el cementerio de Costa d’Oneglia (Imperia-Italia). Pero con ser intensas y fértiles, las 138 páginas del texto no agotan el desafío de su autor: un tiempo atrás también recreó el único árbol genealógico del héroe.
El texto que se presentó en la Biblioteca Argentina nació en 2006. Mucho tiempo después de que compilara el linaje belgraniano ampliando los datos recogidos en la ciudad de Fermo (Italia). “Este es mi mayor orgullo”, dice mientras despliega un gráfico color verde que hecha raíces en Pompeo Belgrano, nacido en Oneglia, Italia, en 1585.
Vaccarezza fue presentado por el abogado y escritor Angel Girardi y la licenciada María Paz Torre ante un público ávido de conocer de primera mano el resultado de la búsqueda que hizo el historiador rosarino sobre los ancestros del creador de la bandera. Seguros, claro está, de estar ante una muy buena pluma y un espíritu riguroso e inquieto.
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miércoles, agosto 17

Un modo de conocer el lado humano de José de San Martín es descubriéndolo como padre de la emblemática Merceditas, pero también como suegro y abuelo.
El yerno de San Martín se llamó Mariano Balcarce. Nacido el 8 de noviembre de 1807, era hijo del general Antonio González Balcarce y de doña Dominga Francisca Buchardo.
Desde joven fue diplomático argentino en Europa y su contacto con el héroe y Merceditas se produjo en 1831, cuando llegó a la casa que ambos ocupaban cerca de París.
Al día siguiente del arribo, padre e hija enfermaron de cólera y el visitante debió cuidarlos.
Al mes, la joven se recuperó y mientras cuidaba de Don José, comenzó el romance con Mariano, que se convirtió en casamiento el 13 de setiembre de 1832.
La primera nieta que le dieron a San Martín fue María Mercedes. Nació en Buenos Aires el 14 de octubre de 1833 y al poco tiempo fue presentada a su abuelo cuando la familia retornó a Grand Bourg, en Francia. La segunda nieta llegó al mundo en esa ciudad francesa, el 14 de julio de 1836. Se llamó Josefa Dominga. Ambas fueron criadas por sus padres y por el general, quien no aplicó el rigor que tuvo al momento de criar a Merceditas.

Tiempos de dolor

San Martín falleció el 17 de agosto de 1850 y diez años después la familia tuvo que
compartir el dolor y la alegría. María Mercedes murió el 2 de mayo de 1860, cuando apenas tenía 27 años, intoxicada por una medicina mal recetada.
Ese mismo año, su hermana se casó con el diplomático mexicano Fernando Mariano de los Dolores Vicente Jacinto Cleofás Gutiérrez de Estrada y Gómez de la Cortina.
Merceditas falleció el 28 de febrero de 1875, y Mariano pasó a mejor vida, el 20 de febrero de 1885, dejando sola en este mundo a Josefa, a quien le encargó motorizar el rescate de la memoria de su abuelo.
En 1869 y 1885 le remitió a Bartolomé Mitre el archivo de San Martín para que el presidente- historiador utilizara los documentos para completar su biografía del mismo. Posteriormente, Josefa no sólo leyó y aprobó el trabajo, sino que además, muy agradecida, le envió a Mitre el reloj de bolsillo que perteneció a su biografiado.
Conocida como Pepa, no tuvo hijos, pero igualmente dejó una notable impronta. Vivió muchos años en una residencia en Brunoy. Era una dama muy leída y culta, y su casa se convirtió en un centro de sociabilidad para los americanos que residían o llegaban a Francia.
Enviudó en 1904, a los 68 años, a partir de lo cual se dedicó a la filantropía. En su petite château instaló un asilo de ancianos, a partir del cual el 1 de diciembre de 1905 creó laFundación Balcarce y Gutiérrez de Estrada. La entidad siguió operando más allá de su muerte, cuando pasó a ser parte de la Sociedad Filantrópica de París.
En 1914 estalló la Primera Guerra Mundial. Entonces Pepa transformó su castillo en un hospital de sangre. En medio de la lucha, al sitio llegó un representante del gobierno de Francia, que estaba invadida, para entregarle la Cruz de la Legión de Honor. Le siguió la Medalla del Reconocimiento Francés, que llevaba la inscripción: "Justicia al mérito".
La noche anterior a la condecoración,los heridos que al momento de ese homenaje eran atendidos en el lugar, ornaron el frente de la residencia con un cartel cuya leyenda, en francés, rezaba: "Gracias, señora, usted es más valiente que nosotros".
La última descendiente directa de San Martín murió el 17 de abril de 1924. A su funeral asistieron vecinos y autoridades de Brunoy, pueblo que posteriormente tuvo una calle con su nombre. Y como último aporte a la comunidad, puso sus ojos en los argentinos: en su testamento legó una propiedad que poseía en Capital Federal, para la instalación del Patronato de la Infancia


Rescatan documentos sobre los primeros europeos en Entre Ríos

Una importante documentación sobre la colonización temprana en la provincia de Entre Ríos (1857-1870), que está en muy mal estado de conservación, será rescatado en el marco del programa de subsidios para digitalización de material documental llevado adelante por el Centro de Estudios Históricos e Información Parque de España (CEHIPE), de Rosario, en asociación con la Fundación Bunge y Born.
Se trata del Fondo Justo José de Urquiza. Serie Colonias Agrícolas, del Archivo y Museo Palacio San José, una de las raras fuentes con las que se cuenta para el estudio de las primeras inmigraciones al país y en particular, de la proveniente de Suiza y de Saboya a mediados del siglo XIX.
La fuente documental a preservar incluye el periódico El Uruguay (1858-1859, editado en Concepción del Uruguay), 975 manuscritos, quince libros contables (Cajas, Contratos, Cuentas Corrientes, Diarios, Índice, suministros, registro de colonos y nóminas de primeros colonos) pertenecientes a la Serie Colonias del Fondo Justo José de Urquiza.
La iniciativa cuenta también con el auspicio de la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo (AECID) y del Programa para Bibliotecas y Archivos Latinoamericanos (PLALA) con sede en la Universidad de Harvard.

Fuente: Apf.

domingo, agosto 14

70 por ciento de los españoles y britanicos son descendientes de Tutankamon. Según un estudio científico realizado por el centro de genealogía iGENEA de Zurich, cerca del 70 % de los hombres españoles y británicos son descendientes del faraón Tutankamón, quien gobernó Egipto hace 3.000 años. Otro país europeo que tendría gran parte de su población entre los familiares del faraón es Francia.

Los científicos han reconstruido el ADN de Tutankamón, y han determinado que sus genes pertenecen a un grupo genético conocido como haplogrupo R1b1a2, al que pertenecen casi la mitad de los hombres en toda Europa Occidental. Esto indica que tienen un ancestro en común. Curiosamente en Egipto, donde Tutankamón heredó el trono de su padre Akenaton y éste de su abuelo Amenhotep III; la coincidencia con este grupo genético es tan solo del 1 %.

“Es muy interesante descubrir que Tutankamón pertenecía a un grupo genético que existe en Europa” comenta Roman Scholz, director del iGENEA. Y agrega que posiblemente la migración de las personas con este grupo genético hacia Europa ocurrió durante la expansión de la agricultura alrededor del año 7.000 AC. Los trabajos se concentran ahora en el estudio del ADN del faraón egipcio para descubrir si el linaje de Tutankamón llegó a Egipto desde otro lugar o si es originario de Egipto, hay muchos grupos a los que podría haber pertenecido en el pasado

Una Historia para compartir!

La familia Pengelly


Pachuca, Hidalgo.- La vida del señor Thomas Harris Pengelly y la de su familia pertenecen a esas historias que, por su extraordinario ejemplo de valor y tenacidad, bien vale la pena darlas a conocer.

Ellos, como muchos otros ingleses, se aventuraron a dejar su país para buscar mejores oportunidades en una nación lejana, es decir, iniciaron el éxodo contra viento y marea para llegar al otro lado del poderoso océano Atlántico, rumbo a México; específicamente al Puerto de Veracruz y de ahí a Real del Monte y Pachuca, sorteando cualquier cantidad de obstáculos, en busca de las riquezas que les habían contado que existían, y además porque los mineros de Inglaterra se morían de hambre, ya que el gobierno había dejado de apoyar las operaciones mineras en ese país.

Al parecer, este "gran viaje" a México comenzó en 1824 y continuó hasta 1947, y no se sabe cuántos barcos llenos de familias inglesas se perdieron en el mar durante esas largas travesías. Por otro lado, se dice que de los que llegaron al Puerto de Veracruz, al menos la mitad murieron en el viaje a Pachuca, a causa de la fiebre malaria y otras enfermedades que los atacaban, debido a que resultaba muy riesgoso el viaje por el inhóspito clima tropical, donde las lluvias atascaban las carretas y los animales morían. Sólo algunos tenían la suerte de sobrevivir, mientras mantenían la ilusión de llegar a enriquecerse con el trabajo en las minas.
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Así, en tales circunstancias llegó el primer Pengelly. En el transcurrir del tiempo quizá se perdió una parte de su gran historia personal y familiar, sin embargo, por suerte sus descendientes han dedicado mucho tiempo y esfuerzo para investigar y mantener estos datos y pormenores. Uno de estos descendientes es el señor Donald L. Pengelly.

En 2010, Donald visitó Pachuca, Real del Monte y algunos otros lugares de Hidalgo, que le recordaron esa historia de sus antepasados. Como todos los parientes de ingleses que emigraron a esta tierra, la recuerda por ser aquella en la que caminaron sus mayores y siempre trata de aprender algo más sobre estos sitios.

En una amena charla el señor Donald L. Pengelly me facilitó su archivo fotográfico y me habló acerca de su historia familiar, tal como los suyos se la han ido transmitiendo de generación en generación y también como él la conoce, gracias a los registros históricos.

Thomas Harris Pengelly, su bisabuelo, fue el primer Pengelly que vino a México y nació en 1818, en Madron, Cornwall, y su esposa Jane Brown Rowe Pengelly, originaria de Redruth, en 1827. Él era un minero experto en roca dura en la zona de Cornwall.

Llegó al Puerto de Veracruz el 21 de abril de 1844, en un barco de Falmouth, en compañía de su esposa y su hijo William, quien al crecer salió de México y se dirigió a California en busca de riquezas y la familia nunca supo más de su paradero.

Después, ya establecidos en el Mineral del Chico, procrearon a Thomas C. Pengelly, que nació en 1845; a Grace (1851); Juan (1857); Catherine (1860); Federico, mi abuelo -exclamó Donald-, que nació en 1864, y Henry, que nació en 1865. Se sabe que hubo otros hijos, pero no se sabe la fecha de nacimiento o defunción. Algunos de los anteriores están enterrados en el Panteón Inglés de Mineral del Monte.

En diciembre de 1874, al morir su esposa Jane, Thomas Harris Pengelly envió a algunos de sus hijos más jóvenes a Inglaterra, para asistir a la escuela. Federico, mi abuelo, fue uno de ellos y, al regresar, ya con preparación, fue contratado para administrar la Hacienda de Cuyamaloya, que se encuentra al sudeste de Pachuca en el camino hacia Tulancingo. Esta era una gran hacienda que fue propiedad de una importante compañía minera.

Después, se casó con Mary Elizabeth Rogers Trelease, que nació en Pachuca en 1871. Él murió en 1944 en Pachuca, y mi abuela en Houston, Texas, en 1949, pero ambos están enterrados en el Panteón Inglés de Mineral del Monte.

La pareja tuvo 13 hijos que nacieron en la Hacienda de Cuyamaloya: el mayor fue Thomas, quien nació en 1888 y fue asesinado cuando montaba a caballo en 1903; Evelyn nació en 1894 y murió en 1902; William nació en 1894 y murió en la Ciudad de México en 1992; Albert nació en junio de 1899 y murió en 1977 en Pachuca y tuvo un hermano gemelo llamado Harold Frederick que nació cinco días después, en julio de 1899 y murió en 1973 en Pachuca. También nacieron otros niños, entre ellos James Howard, mi padre, que nació en 1902.

Entre los recuerdos más vívidos de Donald está el de su tío, Harold Frederick, que contrajo matrimonio con Frances Dunstan, y fue superintendente de cinco minas en el área de Pachuca. También que durante muchos años fue el Vice-cónsul establecido en esta ciudad, ocupando para ello la casa que está ubicada en Avenida Revolución y 16 de Enero. La familia que la habita actualmente me dice que fue construida por una compañía minera y que es muy amplia, con un sótano igual y que en ella el señor Pengelly hacía grandes fiestas y comidas, incluso la casa cuenta con dos "hoyos" para barbacoa.

Sus otros tíos, William y Albert, estuvieron en el primer equipo de fútbol en México, el Pachuca Athletic Club. Ellos son recordados como los pioneros de este deporte en México, ya que los ingleses después de sus labores en las minas buscaban distraerse con alguna actividad. También trajeron el tenis del cual hay restos y antecedentes de canchas y también el golf, que era jugado por Harold F. Pengelly.

William se casó con una joven llamada Julia y no hay más información disponible. Albert contrajo matrimonio con Minnie Penpraise, quien fue fundadora de la Escuela Inglesa que hasta la fecha existe y funciona.

En una entrevista, en el periódico Excélsior, en 1970, Harold Frederick y Albert, que aún vivían en Pachuca, decían orgullosamente que los mineros ingleses radicados en Pachuca, al igual que los que llegaron a las fábricas textiles de Puebla, Orizaba y México, cansados del tedio provinciano, de las peleas de gallos y de las carreras en bicicleta, habían decidido jugar el futbol soccer que les habían enseñado sus padres en Gran Bretaña. Albert, que era sobreviviente de la primera oncena de futbol que hubo en México, decía: "así surgieron los primeros clubes: Pachuca, Británico, San Pedro de los Pinos, Country Club, Orizaba, Puebla, Reforma y Pachuca. Era el año 1902 cuando se organizó el primer campeonato de liga. Se jugaban partidos de dos tiempos, de treinta minutos cada uno, y alineaban 5 delanteros, 3 medios, dos defensas y un portero. En el velódromo que estaba atrás de lo que ahora es la iglesia de Guadalupe, se efectuó el primer cotejo: Pachuca contra Reforma, el resultado fue un empate a 4 goles".

Mi padre, James Howard, dice Donald, fue uno de los más jóvenes Pengelly que nacieron en Cuyamaloya y solía contar historias de los bandidos de Pancho Villa a caballo en y alrededor del área de Pachuca.

Recordaba que una ocasión, un grupo de soldados mexicanos en Pachuca, afuera de la ciudad, vieron una nube de polvo. Eran cientos de bandidos de Pancho Villa que venían a la ciudad a atacarlos, pero éstos, más astutos, los acorralaron y posteriormente alinearon contra una pared de piedra, matándolos a todos.

En otra historia decía que Pancho Villa ordenaba no robar las iglesias, pero cuando se enteró de que las personas les daban su dinero, oro, plata y riquezas para su custodia, empezó a robarlas. Después, enterraban esos bienes para que los bandidos no pudieran robarlas.

De este modo recuerda Donald Pengelly la vida de su padre James Howard, de su abuelo Federico y de su bisabuelo Thomas Harris Pengelly, quien llegó a México en 1844, luego de cruzar el Océano Atlántico.

Esta es, a grandes rasgos, la historia de los Pengelly. Hoy, como dije anteriormente, sus descendientes se afanan en investigar todo acerca de ellos, de encontrar "los eslabones perdidos", quieren saber dónde vivieron, quieren caminar las mismas calles y respirar el mismo aire. Quizás porque añoran esa tierra buena adonde llegaron de tan lejos sus antepasados, donde dejaron para siempre su huella indeleble. cronistadepachuca@yahoo.com.mx
 
Por Sara Montes Romero
Cronista de Pachuca de Soto

Fuente: http://www.oem.com.mx