jueves, agosto 23

Concurso fotográfico Ciudad ciudades

"La ciudad es el objeto fotográfico por excelencia. Pero es un objeto que espera, que sabe hacer de fondo, que parece esfumarse para que la forma humana o el movimiento de un objeto parezcan ser el motivo central. Pero sabe que todo lo rodea, que a todo puede inscribir en su capacidad de quedar en segundo plano. Pero nunca está realmente por detrás o circunscribiendo las cosas. Cuando parece desvanecerse frente a otro motivo de atracción, es la ciudad que está ahí. Y cuando es tomada en su plenitud marmórea y geométrica –como en las fotos de Horacio Coppola– se convierte en múltiples ciudades, desdoblada en todas las vidas que tuvo antes de ser tomada por el fotógrafo en su casi inmovilidad metafísica. Este concurso intenta sugerir o recordar algunas de las múltiples posibilidades que ofrece la ciudad como forma de vida del mismo arte fotográfico." Horacio González


La recepción de los originales se iniciará el miércoles 1 de agosto y cerrará indefectiblemente el viernes 31 de agosto de 2012. Las obras concursantes se entregarán personalmente en la oficina de Despacho de la BN, de lunes a viernes de 10 a 13 hs. y de 15 a 18 hs., o por vía postal en: Biblioteca Nacional - Agüero 2502 -C1425EIB - Buenos Aires. Se hará constar en el sobre Premio de Fotografía Ciudad ciudades. En los envíos postales se tomará como referencia la fecha del matasellos que no podrá superar a la del cierre estipulado.



Aclaraciones

Acerca de qué consideramos inéditas en este caso:
1.- En este caso se considerarán como inéditas aquellas fotos que no hayan sido presentadas públicamente, esto es que no hayan participado en exposiciones, que no hayan sido publicadas en medios periodísticos o de difusión - diarios- revistas- TV, Web (galerías o medios web) o en libros.
Las fotos subidas a Facebook o al blog personal para este fin se consideran inéditas, no se considerarán como presentadas públicamante.
Acerca de la cantidad total de fotos a presentar, dudas sobre dípticos o trípticos:

2.- El número de fotos requerido para el concurso es de 3 fotos o tres imágenes. Pueden presentarse en forma de imágenes individuales, o combinando una individual y un díptico o simplemente como tríptico, pero en cualquier caso no podrán superar el total de tres imágenes.

Para descargar la ficha de Inscripcion y ver las Bases:
http://www.bn.gov.ar/convocatorias-y-concursos


miércoles, agosto 22

Biblioteca Nacional, historia de su edificio

34 años de historia a 20 años de su inauguración

Planos, avances de obra y fotografías, la exposición enseña las seis principales propuestas que se presentaron y el proceso de construcción del edificio hasta su inauguración en 1992.

Agosto - Septiembre

Sala Leopoldo Lugones (PB) |3er. piso | Hall de Hemeroteca




Al cumplirse 20 años de la inauguración de la actual sede de la Biblioteca Nacional, el Archivo del Patrimonio Histórico Constructivo presenta esta muestra que intenta ser un recorrido por los 34 años que demandó la construcción de este emblemático edificio. Período que comprende desde 1958 con la preparación del llamado a concurso hasta 1992 con la habilitación parcial.

Este recorrido –que incluye fotografías, planos y documentación– se inicia con la exhibición del Decreto (PEN) N° 5512/1958, que asigna los fondos para la construcción y constituye una comisión honoraria formada por Jorges Luis Borges (entonces director de la Biblioteca Nacional en su sede de México 564) y eminentes bibliotecarios para que, entre otras cosas, redacten el programa de necesidades del nuevo edificio.

A continuación puede verse documentación relativa al llamado a concurso, exposición de vistas y planos del 1° al 6° premio. Y todo lo concerniente al desarrollo del proyecto ganador, presentado por Clorindo Testa, Francisco Bullrich y Alicia Cazzaniga: contratos, planos, inicio y desarrollo de obras, hasta llegar al acta de recepción parcial por parte de la Dirección General de Arquitectura Escolar (DIGAE) y entrega de la obra para su uso al entonces director de la Biblioteca Nacional, Enrique Pavón Pereyra, el 10 de abril de 1992.

A través de esta exposición se puede ver reflejado el paso de la historia del país durante los 34 años aludidos anteriormente: gobiernos militares, recuperación de la democracia, cambios monetarios y tecnológicos. Este último ítem derivó en una refuncionalización completa del edificio a cargo de profesionales locales y de la UNESCO.

Esta exposición intenta rendir homenaje a todos los que dedicaron lo mejor de sí y sintieron orgullo de ser parte de la construcción de este edificio de estilo brutalista, hito de la arquitectura moderna latinoamericana.

Por ello, la muestra también fue pensada para profesores y estudiantes de arquitectura y de otras ramas de la construcción, tanto del país como del exterior, que en número de más de 1000 por año nos visitan con entusiasmo analizando e indagando sobre aspectos técnicos e históricos de este particular edificio.



La exposición inauguro el 2 de agosto en el Hall del 3er. piso, y se podrá visitar hasta el 27 de septiembre de lunes a viernes de 9 a 21 hs y sábados y domingos de 12 a 19 hs.

martes, agosto 21

Numerosas propuestas por los 346 años de la ciudad


Se llevaron a cabo distintas actividades en el marco del aniversario. Las mismas comenzaron el 13 de agosto, con el izamiento del Pabellón Nacional en la Plaza San Martín, el tradicional Tedeum y el homenaje al Indio Kilme y a la Pachamama
noticias

  Durante la jornada del 14 de agosto se realizaro el tradicional desayuno, homenaje al Indio Kilme, la ofrenda a la Pachamama y el solemne tedeum. Además, durante toda la semana huvo diversas actividades culturales.  El Municipio de Quilmes informó el cronograma de actividades por el 346° Aniversario de la Ciudad de Quilmes. Las mismas se realizaron en la Plaza San Martín ubicada en Rivadavia esquina Mitre de Quilmes Centro.

Semana tradicionalista
  La Secretaria de Cultura y Educación del Municipio de Quilmes invita a participar de las actividades por el 346º Aniversario de nuestra ciudad que se realizaron del 13 al 17 de agosto en Casa de la Cultura, Rivadavia y Sarmiento, Quilmes.  Como todos los años la Casa de la Cultura recibirá en sus salas la Exposición Tradicionalista, con el aporte de todos los Centros Tradicionalistas de nuestra ciudad, en la que se incluyeron recados, aperos, ponchos, carruajes, artículos típicos e históricos.  

La inauguración se realizo el lunes 13 a las 20 horas con la presentación del Ballet Municipal de Folklore, Martín Paz, Los Hermanos, espectáculo a cargo de Julio Urruty, Julio Lacarra y Angel Uriona.  El cierre de las actividades se realizo el domingo 19 desde las 10 en el Fortín Quilmes, con jineteada y actividades tradicionalistas.  A las 20 el Ballet Municipal de Folklore Martín Paz realizará el espectáculo Los Hermanos,a cargo de Julio Urruty, Julio Lacarra y Ángel Uriona. 
Asimismo, se realizo tambien la presentación del libro Los Federales de Rosas en Quilmes. Los años dificiles 1838-1841, de Alfredo Mussio y Hector Bandera.  El jueves a las 20, el se presento el Conjunto de Danzas Cruz del Sur con un recitado Criollo por don Nicolás Tito Stella, Lito Brizuela y Carlos Linares. 
  El Municipio de Quilmes, a través de la Secretaría de Cultura y Educación, desarrolló la 2º Bienal Nacional de Dibujo Quilmes 2012 que se inaugurará el 24 de agosto en el Museo de Artes Visuales sito en Rivadavia y Pringles.  Del 24 de agosto al 24 de septiembre, en el Museo de Artes Visuales, se exhibirán los dibujos distinguidos, obras originales e inéditas en lápiz, carbonilla, tintas y demás procedimientos contemplados en los requerimientos de la Bienal.Documental
  La Secretaría de Cultura y Educación, a través de la Dirección de Museos, y la Secretaría de Desarrollo Local a través del CPAQ, tienen el agrado de invitar a la presentación del Documental "Enrico Lanza, un industrial de la cultura",  del realizador Eduardo Guarini, que se llevo a cabo el  martes 14 de agosto  en el Museo Histórico Fotográfico, 25 de Mayo 218, Quilmes.  El documental, que se estreno en   el marco del 346º Aniversario de la ciudad de Quilmes y el 26º aniversario del Museo, relata la historia de un hombre que dio todo por sus dos grandes pasiones: la fotografía y la ciudad de Quilmes.   El realizador expresó que "a Don  Enrico Carlo Lanza se le debe agradecer y reconocer la existencia del Museo Fotográfico de Quilmes, segundo museo fotográfico público de Sudamérica, concretado en 1986 y también que dos años más tarde por idea e iniciativa propia cree el único  Monumento al Fotógrafo Universal que hoy se encuentra en las instalaciones del mismo museo. Este quilmeño al frente de su fábrica dedicada a la producción de ampliadoras y accesorios para la fotografía-Industrias Lanza- gestionó durante años el sueño de que Quilmes sea declarada como Capital Provincial de la Fotografía. Fundador y director (ad-honorem) del Museo Municipal Histórico Fotográfico de Quilmes, Miembro fundador de la Cámara de la Industria Fotográfica Argentina, del Centro de Investigaciones de la Fotografía Antigua en la Argentina (CIFAA), de la Unión de Industriales de Quilmes (UIQ), y del Quilmes Moto Club".

 

lunes, agosto 20

Dos siglos de edificación en la Argentina




El patrimonio arquitectónico del país ahora está a salvo en formato libro. Un compendio de las construcciones más importantes de la historia.

Dos siglos de edificación en la Argentina
Museo del Pasado Cuyano y Junta de Estudios Históricos de Mendoza, antigua casa del gobernador Francisco Civit.

lunes, 20 de agosto de 2012

Hay casas que hablan. Podemos pasar por ahí mil veces y creer oírlas. Más ahora, que esos sitios con memoria (los edificios, iglesias, mansiones y humildes posadas que constituyen el paisaje histórico del país) hablan a través de las fotos de un libro que se obstina -justamente- en el rescate.

Para saber qué nos dicen debemos entrar en las páginas de “Patrimonio Histórico Argentino (1810-2010)”, un libro que nos invita a recorrer, palmo a palmo, el trazado arquitectónico de nuestra identidad cultural. Así, entre los salones de casonas de personajes ilustres, acaso convertidas en museos, entre las fachadas de antiguos palacios que hoy son hoteles lujosos, vamos ‘leyendo’ un pasado interesantísimo que siempre hemos tenido frente a los ojos.

Mendoza

Un semblanteo. En eso estamos, preguntándonos cuánto hay del patrimonio mendocino. Hasta que hallamos en el primer tomo de “Patrimonio...” la Antigua Hacienda de los Potreros y Bodegas Panquehua y el Museo Bóvedas de Uspallata.

La primera: “Se trata de la bodega mendocina más antigua, que aún conserva edificaciones previas al terremoto de 1861, aunque la mayoría de ellas corresponden a ampliaciones posteriores (...) De la hacienda se preservó el molino, mientras que la bodega original (1856) es de adobones y tapia”.

El segundo: “Atribuidas a los jesuitas y a mano de obra huarpe, las Antiguas Bóvedas de Uspallata datan del siglo XVIII. Construidas en adobe con sistema espiral de origen mozárabe, fueron reconstruidas en hormigón en 1950. El conjunto fue escenario de la Campaña de Los Andes, pues sirvieron de alojamiento, almacenes y oficinas del Ejército Libertador (de allí que se las conozca como Bóvedas de San Martín)”.

Construcciones de papel

Diseñado con motivo del Bicentenario y encarado a través de la Dirección Nacional de Patrimonio y Museos, el Programa aborda el desarrollo del tema en los últimos doscientos años mediante la edición de cuatro tomos ilustrados.

Los mismos cubren los períodos 1810-1880, 1880-1920, 1920-1960 y 1960-2010. A la fecha ha sido publicado el Tomo I, mientras que el Tomo II está en pleno proceso de producción gráfica.
La dirección académica del proyecto corresponde a los profesores y arquitectos Alberto Petrina y Ramón Gutiérrez -titulares de la Dirección Nacional de Patrimonio y Museos y del Cedodal, respectivamente-, en tanto el Arquitecto Sergio López Martínez es responsable de la Coordinación General del Programa en su conjunto. El trabajo cuenta además con la activa participación del Archivo General de la Nación; de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos y de las áreas provinciales y municipales de Patrimonio, organismos a los que se suma el auspicio del Fondo Nacional de las Artes.

¿Qué abarca? Pues todo el territorio nacional, considerado en sus diversas regiones histórico-culturales -Áreas Pampeana, Centro, Cuyo, NOA, NEA y Patagonia- y, dado el alcance jurisdiccional de los organismos participantes y la expresa intención federal del proyecto, se ha asegurado la participación orgánica de reconocidos especialistas de todo el país. Se trata de un desarrollo documentado de la evolución de nuestro Patrimonio Arquitectónico, y tiene como objetivo mostrar las diferentes visiones que a través del tiempo tuvo la sociedad argentina para encarar las respuestas a sus demandas sociales y culturales, teniendo particularmente en cuenta la necesidad de una lectura integral, capaz de testimoniar lo sucedido en el país como conjunto.

Primero

En el caso del primer tomo (1810-1880), que aborda los difíciles años de las guerras de Independencia y civiles, así como el período rosista y el sistema demo-liberal posterior a Caseros, se incluyen dos breves artículos introductorios que repasan la producción urbano-arquitectónica prehispánica y colonial, lo que permite la imprescindible incorporación de la etapa anterior al nacimiento de la Argentina como Nación.

Los que vienen

El segundo tomo (1880-1920) refiere a los movimientos arquitectónicos que se generan tras la consolidación de la Nación y la capitalidad de Buenos Aires, así como a las grandes innovaciones tipológicas y tecnológicas que se derivan de la inserción del país en el mercado mundial. La multiplicidad de influencias manifestada por la arquitectura del Liberalismo es analizada desde diversos puntos de enfoque, exponiendo las contradicciones evidenciadas durante el período.

El tercer tomo (1920-1960) explicitará las búsquedas de la vertiente americanista y la paulatina incorporación del ideario proveniente del Movimiento Moderno. Desde las manifestaciones eclécticas hasta la "Arquitectura Internacional", podrán ser observadas en un contexto de fuerte urbanización y en tiempos en que el Estado asume un papel protagónico en la construcción del país, con matices contrapuestos que abarcan desde la administración radical y la subsiguiente restauración conservadora a los dos primeros gobiernos peronistas.

Finalmente, el cuarto tomo (1960-2010) testimonia los procesos desencadenantes de la última fase del Movimiento Moderno y las sucesivas propuestas de la Posmodernidad. Esta aproximación crítica a nuestra circunstancia urbano-arquitectónica está inscripta en la sucesión de gobiernos civiles débiles y dictaduras militares que se suceden con posterioridad a 1955, incluyendo el actual período de recuperación democrática iniciado en 1983.

Atentos: el Tomo I de la serie puede adquirirse exclusivamente en el Museo Casa de Fader, a cuya Asociación de Amigos la Secretaría de Cultura de la Nación donó ejemplares para ser destinados a total beneficio de la institución.
Mariana Guzzante- mguzzante@losandes.com.ar

DIGITALIZARAN VALIOSA DOCUMENTACION DEL ARCHIVO HISTORICO DE CORDOBA

La Agencia Córdoba Cultura firmará un convenio con una asociación internacional para que se encargue de digitalizar documentos de valor con los que cuenta el Archivo Histórico de la Provincia.
El acuerdo será suscripto el próximo miércoles 23 de agosto con Family Search Argentina, organización dedicada a realizar estudios de genealogía, que digitalizará numerosos documentos teniendo en cuenta que el Archivo Histórico prevé cambiar su actual sede al barrio de Nueva Córdoba, en la capital provincial.
El convenio regulará todo lo relacionado con la tecnología que se empleará "para fotografiar archivos del período Colonial y posteriores a la declaración de la Independencia argentina, valiosos testimonios que se conservan en el Archivo Histórico", según informaron esta tarde desde la Agencia Córdoba Cultura.
El gobierno cordobés recurrió a Family Search porque "es una organización con vasta trayectoria en el oficio de microfilmar y digitalizar documentación, esencialmente datos genealógicos, como son los documentos de censos nacionales del XIX", según precisaron desde la agencia que encabeza Pablo Canedo.
En Córdoba, por solicitud del Arzobispado, Family Search llevó adelante la digitalización de todas las actas de nacimiento que existen desde el siglo XVI en adelante, y realizó trabajos similares en La Pampa, La Rioja, Misiones y la Capital Federal.
La tecnología que se utilizará pertenece a "la firma Illunis, empresa estadounidense con sede en Minnesota, especializada en la fabricación de cámaras de gran calidad de imagen, de 16 a 50 megapíxeles en formato TIFF", según destacaron.
La utilización de la tecnología que se implementará no supondrá "ninguna erogación por parte del gobierno provincial, salvo la capacitación del personal", según el informe de la Agencia Córdoba Cultura (Télam).-

BIBLIOTECA NACIONAL

Exposiciones
Dos siglos de donaciones
Exposición biblio-hemerográfica y documental de las donaciones realizadas a la Biblioteca Nacional desde su fundación hasta la actualidad. La Biblioteca procura con esta exhibición saldar una deuda para con su acervo y con su historia: la clarificación de las sucesivas donaciones que hicieron posible este sólido presente.

Agosto - Septiembre
Sala Leopoldo Marechal | 1er. piso

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La exhibición consiste en la exposición al público de diversas piezas biblio-hemerográficas, fotográficas y en soportes diseñados para el uso de personas no videntes, que han nutrido los fondos de la Biblioteca Nacional a partir de diversas donaciones de importancia, realizadas a la misma desde su fundación hasta la actualidad. En este sentido, la Biblioteca Nacional procura, con sobriedad y respeto, saldar también una deuda para con su acervo y con su historia: la clarificación de las sucesivas donaciones que hicieron posible este sólido presente de la biblioteca de la Nación. Y, al mismo tiempo, intenta con ello abrir los brazos a las nuevas donaciones, aquellas que se están gestando en la generosidad criolla, y que la Biblioteca ha de recibir, conservar, sazonar y servir, como nutrientes manjares, a las nuevas generaciones argentinas.

La exposición inaugura el 22 de agosto a las 19 hs. en la Sala Leopoldo Marechal, y se podrá visitar hasta fines de septiembre de lunes a viernes de 9 a 21 hs y sábados y domingos de 12 a 19 hs.

domingo, agosto 19

Libro recomendado

El poder de las mujeres

En Mujeres de Rosas (Sudamericana), la historiadora María Sáenz Quesada reconstruye a través de archivos públicos y privados, memorias y relatos las biografías de algunas de las imágenes femeninas que rodearon a Juan Manuel de Rosas. Este recorrido va desde personajes como Encarnación Ezcurra hasta Manuelita Rosas, pasando por la figura de Agustinita, la hermana menor del dictador.

 Un fragmento del capítulo 1, La Madre.
  
No pasa día sin que me acuerde de madre”, escribe Rosas desde el exilio en Southampton en 1868. Habían pasado veinte años de la muerte de Agustina López, y la memoria de esta mujer singular no se había desvanecido en el recuerdo del hijo mayor, que en su intensa vida política había acumulado tantísimas historias y acontecimientos relevantes que se presentarían una y otra vez como fantasmas del pasado en la inacción forzosa del destierro.

Pero el historiador puede hacerse esta pregunta: ¿qué hubiera sido del recuerdo de Agustina López de Osornio (1769-1845) de no haber sido la madre de Juan Manuel de Rosas, el gobernante más poderoso de la Confederación Argentina, el “magnánimo Rosas” para sus fieles federales, “el odioso tirano” para la oposición liberal? Seguramente sólo tendríamos de esta señora una mención al pasar en los libros que nos hablan del Buenos Aires antiguo, un discreto homenaje a su belleza, su alcurnia y sus caudales. Pero poco más que eso.
La circunstancia de que Agustina fuera la madre de Rosas hace que su biografía participe del indiscutible atractivo que la personalidad del dictador porteño ha ejercido y ejerce sobre la historiografía argentina. Ella nos sirve a manera de hilo conductor para internarnos en el laberinto de la sociedad de Buenos Aires en épocas que van de la Colonia a la Independencia, y de allí al período de las guerras civiles. Dicha secuencia temporal nos muestra indirectamente que, al cortarse los lazos que unían al Río de la Plata con la metrópoli, los clanes familiares ocuparon el sitio que dejaban libre el monarca y sus altos funcionarios, y que dentro del nuevo esquema de poder había un espacio importante para las mujeres. Ese lugar derivaba, además, del que tuvieron las mujeres españolas de linaje en las sociedades provenientes de la Conquista.
Por todo esto, Agustina López ha merecido muchas páginas de historia, desde la noticia cronológica que insertó La Gaceta Mercantil de Buenos Aires con motivo de su fallecimiento (1845) a los capítulos que le dedicó su nieto, Lucio V. Mansilla, en las distintas obras en que se ocupó de su tío, Juan Manuel, y a la versión novelada de estos mismos hechos que nos ofrece Eduardo Gutiérrez. Misia Agustina escapa milagrosamente incólume de las invectivas de José Rivera Indarte, que en las Tablas de sangre dice de ella: “Señora respetable de costumbres patriarcales” y se complace en subrayar las diferencias que tenía con su hijo más que en atribuirle las culpas genéticas que en la formación del futuro dictador argentino le endilga José María Ramos Mejía en dos ensayos notables: Las neurosis de los hombres célebres y Rosas y su tiempo.
Detengámonos en este último autor, el médico y sociólogo Ramos Mejía, vástago de una familia destacada dentro de los sectores más unitarios de la provincia porteña. Ramos considera a misia Agustina responsable de la herencia genética de Juan Manuel. Su neurosis, patente en numerosas anécdotas que circulaban por el Buenos Aires finisecular –y que Mansilla reconoce en sus libros–, se agudizaría en el varón primogénito trocándose en aberraciones de la conducta. Dentro de las mujeres de la familia, dice, la madre de Rosas “fue el tipo de más color y acentuación; la más viva expresión de esa fuerza dominadora en sus formas femeniles y domésticas, ya que por su muerte no pudo serlo en otras más trascendentes. No sólo manda, eso sería poco, sino que tiraniza, lógica con su abolengo de violencia y caprichoso imperio”.
Agustina desempeñaba un papel en su hogar que supera al que tradicionalmente correspondía a la madre en la educación de los hijos. Ella asumía el rol del padre autoritario de la legislación española, mientras su marido, León Ortiz de Rozas, permanecía en un plano secundario. Pero no era el suyo un caso excepcional en la historia de las familias coloniales, como lo corrobora la biografía de otro gran argentino de ese tiempo, Domingo Faustino Sarmiento, hijo también de una mujer fuerte que llevaba las riendas de la casa. Juan Manuel, el mayor de los hijos varones de los Ortiz de Rozas, aprendería de esa madre imperiosa a valorar la herencia hispánica: el orden y la sumisión impuestos a cualquier costo, el ideal de la armonía social, la defensa a ultranza de los intereses patrimoniales (los particulares primero, los del Estado después), el respeto debido por las clases viles a las clases superiores y las obligaciones de patronazgo y protección de los más fuertes hacia los más débiles.

Todo esto dentro de un esquema tan riguroso como inmodificable. Ese antiguo orden empezaría a tambalear cuando la Revolución de Mayo desató un proceso anárquico en el que estuvieron a punto de naufragar los valores de la sociedad colonial, que habían sido asentados en el curso de tres siglos en suelo americano. Juan Manuel asumió entonces la defensa del orden tradicional que había conocido y respetado a través del ejemplo de su madre, esa Agustina amada y temida a un tiempo, la mujer fuerte a la que debió enfrentar en su adolescencia, y cuyo recuerdo, embellecido por el paso de los años, lo acompañaría hasta la muerte.
Sin embargo, importa aquí rescatar al personaje mismo, a aquella Agustina Teresa López Rubio nacida el 28 de agosto de 1769 en Buenos Aires, hija de don Clemente López de Osornio, militar y hacendado de mucho prestigio, y de doña Manuela Rubio y Díaz, su segunda esposa, ambos pertenecientes al grupo de familias más encumbrado de la ciudad que aún no había alcanzado la jerarquía de cabeza del virreinato.
Clemente López (1726-1783), nacido en Buenos Aires, había alcanzado el grado de sargento mayor luchando contra los indios; comandante general de la campaña, y jefe de la expedición contra los guaraníes en 1767, se destacó como poblador de campos de frontera y llegó a ser cabeza del gremio de los hacendados, de los que fue durante muchos años representante ante las autoridades coloniales. En un sitio expuesto a los malones, pobló la estancia del Rincón del Salado, ubicada en un lugar estratégico, entre ese río y el océano Atlántico. Fue allí donde lo sorprendió el ataque de los indios pampas: el veterano militar luchó vigorosamente junto a su hijo Andrés, sus peones y sus esclavos, pero fue lanceado y degollado por los atacantes en un episodio que ha sido calificado como una suerte de vendetta contra quien no había tenido piedad para con el vencido en la guerra que salvajes y cristianos sostenían por el control del suelo y sus riquezas.

Su viuda, Manuela Rubio, cuyo nombre haría célebre su bisnieta, la señora de Terrero, quedó como albacea de la sucesión y tutora de los hijos menores de la pareja, Agustina Teresa, Silverio y Petrona Josefa.
Del primer matrimonio de don Clemente había una hija, Catalina, porque Andrés, el varón, había muerto junto a su padre. Los arreglos que hizo la viuda para disponer de dinero metálico mediante la venta del ganado vacuno, tanto orejano como herrado, que se hallaba del otro lado del Salado y que corría peligro de perderse debido a los robos que eran el mal endémico en la frontera, disgustaron a Catalina, que puso pleito a la sucesión. Pero la viuda no tuvo tiempo para ocuparse de estas cuestiones porque en 1785 falleció, dejando como albaceas y tutores de sus tres hijos menores a don Cecilio Sánchez de Velazco –el padre de Mariquita Sánchez– y a don Felipe Arguibel, abuelo de Encarnación Ezcurra.
Sánchez de Velazco, que era uno de los hombres más acaudalados de la ciudad, se tomó muy a pecho su tutoría y se empeñó en responder a los pedidos de los capataces que manejaban el establecimiento del Rincón y solicitaban vestuarios para los seis esclavos de ese lugar. Era preciso pagar los gastos de la administración: yerba para los peones, sal para aquerenciar la hacienda chúcara, estacas para levantar corrales, dinero para los conchabos de los peones que trabajaban en la doma y en la yerra. También los huérfanos debían ser atendidos, aunque bien pronto Agustina, la mayor, demostraría su capacidad para ocuparse del gobierno doméstico: a los 16 años de edad estaba en condiciones de manejar el dinero que le daba el tutor para los gastos de la casa, la ropa de sus hermanos y del servicio, y las compras de alimentos. De este modo, a medida que crecían sus responsabilidades, ella se acostumbraba a hacer su voluntad y al mismo tiempo a recibir el reconocimiento de su medio: “La sociedad le dio un distinguido lugar entre las señoritas de más virtud y distinción y mérito”, afirma su nota necrológica publicada en La Gaceta Mercantil en 1845. La muchacha tenía una fortuna regular y era muy bonita, a tal punto que la crónica mundana la colocaba a la cabeza de tres generaciones de beldades argentinas. “Fue –afirma O. Battolla– la más bella dama de principios de siglo, belleza que heredaron todos sus hijos”. Pero el drama vivido en la estancia del Salado y su condición de huérfana ensombrecían la juventud de Agustina: “Tan linda, tan linda y vestida de fraile”, habría exclamado el virrey Pedro Melo de Portugal cuando la muchacha le fue presentada vistiendo, en señal de luto, el hábito de la cofradía de La Merced, prenda similar a la que había amortajado a su madre. Vestir hábito, y enterrarse con él, eran signos de piedad muy apreciados por esa sociedad barroca, que tenía siempre presentes la expiación de los pecados y la muerte.
En cuanto al porte de Agustina, su nieto Lucio V. Mansilla señaló que, sin ser alta, realzaba su estatura el modo en que erguía el cuello, forma peculiar que heredarían su hija Agustinita y su nieta, Manuela Rosas. Como no han llegado hasta nosotros retratos de Agustina en su juventud, para conocer su imagen debemos remitirnos al buen dibujo a lápiz que le hizo Carlos Enrique Pellegrini cuando ya era una anciana. Este la muestra vestida con un abrigo de guarda floreada, pensativa, reconcentrada en sí misma, pero hay mucha vivacidad en ese rostro enérgico, de fuerte nariz. A juzgar por este retrato, Juan Manuel no era muy parecido a su madre; tenía más en común con don León, que era rubio como él, pero de semblante plácido y labios gruesos y sensuales, mientras el hijo tenía la mirada fuerte y la boca fina y apretada.
Cuando había cumplido veinte años, Agustina fue pedida en matrimonio por León Ortiz de Rozas, teniente de Infantería del Regimiento Fijo de la ciudad.

 Por María Saenz Quesada 
 http://www.perfil.com