miércoles, marzo 27

Atapuerca, una ventana a la evolución humana

"Tenemos ya 1.3 millones de años de la evolución humana, faltaría por descubrir una especie: el Neandertal clásico" Eudald Carbonell, paleoantropólogo.

Su primera excavación la realizó a los 12 años. Aquella exploración “amateur” y “pirata”, como la describe, fue el comienzo de una larga trayectoria en la arqueología y la paleontología. Con más de 30 años de carrera, el destacado investigador catalán Eudald Carbonell i Roura (Gerona, 1953) es hoy uno de los más importantes especialistas en los estudios de la evolución humana y la prehistoria.
Es codirector del proyecto de investigación que desde hace 30 años se realiza en la Sierra de Atapuerca, Burgos, España, importante yacimiento paleontológico en donde han encontrado una gran cantidad de especies, entre ellos una mandíbula con antigüedad de 1.3 millones de años, que hasta hace unas semanas -cuando se dio a conocer el hallazgo de un diente de leche de un homínido datado en 1.4 millones de años-, era considerada la primera huella humana en Europa.
Carbonell, también profesor de Prehistoria en la Universidad Rovira i Virgili, de Tarragona, España, y Premio Príncipe de Asturias en 1997, visitó México para participar en las excavaciones que investigadores del INAH realizan en el yacimiento paleontológico de Chazumba, Oaxaca, donde se han hallado huesos de fauna de hace 25 mil años y lascas de sílex, posiblemente hechas por el hombre. “Ha sido mi primera experiencia de excavación en poblamientos tempranos en América”, destaca .
Durante su estancia en la ciudad de México, donde dictó una serie de conferencias, Carbonell habló con EL UNIVERSAL sobre su carrera como paleoantropólogo, de los hallazgos en Atapuerca, donde ha trabajado desde los 25 años, así como de la presencia de las primeras poblaciones en América y sus huellas en México.
¿Cuál fue su primer acercamiento a la prehistoria?
Empecé muy pronto. Antes de los cinco años hacía colección de fósiles acompañado de mi abuela y esto me marcó para la vida. De buscar fósiles pasé a interesarme por las ciencias naturales y a convertirme en arqueólogo y a ejercer toda mi vida, hasta hoy, a mis 60 años.
¿Y su primera excavación?
La hice cuando tenía 12 años. Fue de amateur en un yacimiento de una cueva que estaba cerca de donde estudiaba el bachillerato. Corría el año 1965. Hallamos cerámica, restos de animales prehistóricos y una moneda romana, esto fue lo que acabó de consolidar mi afición a la historia y a la prehistoria.
No tenía ningún permiso ni autorización. Esto no se debería hacer, pero yo lo hice cuando era muy joven. Era una excavación que habían hecho en los años 20 y lo que hice, con compañeros cómplices del colegio, fue recoger los materiales que habían dejado en esa excavación. Fue, como nosotros le llamamos, “una excavación pirata”.
Pero también llevábamos un cuaderno de excavación y todo. No destruimos el yacimiento, lo que hicimos fue reexcavar . Pero esto no se debe hacer.
Son más de 30 años de excavación en Atapuerca. ¿Qué significa para usted este yacimiento?
Empecé a excavar ahí cuando tenía 25 años y he pasado toda mi vida profesional en este yacimiento, también en otros, pero éste ha significado un cambio en mi forma de conocer y de entender el mundo. Así como nosotros hemos transformado a Atapuerca, Atapuerca nos ha transformado como personas y nos ha hecho como científicos.
¿Cuáles son los hallazgos más recientes en ese yacimiento?
Se refieren, entre otras cosas, a una presencia humana muy antigua de 1.2 millones de años en la Sima del Elefante, pero esperamos poder alcanzar hasta 1.5 millones de años en esta cavidad. Los hallazgos más recientes continúan siendo del mismo orden que siempre hemos tenido en los últimos 10 y 15 años, más restos de homínidos en la Sima de los Huesos, de medio millón de años, la excavación en la Gran Dolina de un campamento de cazadores de bisontes de aproximadamente 300 mil años.
¿Qué falta por descubrir?
Atapuerca es una ventana a la evolución. Tenemos 1.3 millones de años de la evolución humana, faltaría por descubrir una especie: el Neandertal clásico. Hemos descubierto un homínido de 1.3 millones de años, uno de 900 mil, homínidos de 500 y 400 mil años, pero nos faltaría el Neandertal clásico. Con esto tendríamos en un sólo yacimiento todas las especies que han vívido en Europa en la evolución.
Ha dicho que las especies de Atapuerca eran complejas, evolucionadas. ¿Qué lo lleva a pensar esto?
En Atapuerca, en la Sima de los Huesos hemos descubierto una acumulación intencional de cadáveres de 450 mil años, que indican que desde entonces existían ritos funerarios. Una gran complejidad, con un sistema social que los acerca mucho a nuestra especie y seguramente con el descubrimiento del fuego, se organizó la autoconciencia. Claro, sería muy importante hallar arte asociado a especies como el Homo heiderbegensis o neandertales, para poder confirmar esta hipótesis de que hace medio millón de años los humanos éramos conscientes como nuestra especie ahora.
¿Qué opina sobre el descubrimiento del diente de leche en Orce (Granada)?
En nuestro Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social trabajan los investigadores que han puesto al descubierto este diente del yacimiento de Barranco León, en Granada. Es de una antigüedad de 1.4 millones de años y que ya permite confirmar que en Europa hace unos 1.5 millones de años ya había una población humana muy bien instalada. Aunque sólo sea un molar, el diente de leche nos explica esta presencia humana tan antigua en el continente europeo. Hay que pensar que hasta hace poco tiempo las cosas más antiguas que se conocía en Europa no tenían más de un millón de años.
¿México cómo se ubica entre los estudios de la prehistoria en América? ¿Existen yacimientos antiguos?
México es un espacio importantísimo de América del Norte y tiene yacimientos prehistóricos extraordinarios. Pienso que México puede tener una población muy antigua, con ocupaciones de más de 15 mil años y es lo que ahora están desarrollando colegas con los que acabo de colaborar en Chazumba, con el doctor Joaquín Arroyo y Ramón Viñas, quienes tienen que demostrar esa presencia humana tan antigua, anterior a las grades ocupaciones Clovis en Norteamérica.
Estos convenios que hemos hecho con el INAH permitirán avanzar y actualizar el conocimiento de la prehistoria de México. México tiene ya varios yacimientos descubiertos, pero tiene un gran potencial para continuar. Hay una lista inmensa de yacimientos de más de 10 mil años y creo que los nuevos métodos y el trabajo interdisciplinar permitirá despejar la incógnita de cuándo fue que llegaron esos primeros pobladores a México.
¿Qué importancia tendrían estos hallazgos?
En América del Sur se han encontrado yacimientos de más de 13, 14 y hasta 15 mil años. La situación que tiene México es que está en el sur de América del Norte y en América Central. Es una enclave fundamental para entender el poblamiento longitudinal de América.
¿Cuál es la importancia del yacimiento de Chazumba, en Oaxaca?
Es un yacimiento clave porque permitirá demostrar si existe ocupación humana muy antigua que ha intervenido sobre gonfoterios, mamuts, perezosos y toda la fauna que ahí se ha encontrado, y de esta manera se podría explicar cuál es la raíz del poblamiento del Homo Sapiens en el continente.

Fuente:
 Domingo 10 de marzo de 2013 Abida Ventura | El Universal
 abida.ventura@eluniversal.com.mx

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